Meditación Semanal Esforzados y Valientes

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Cada viernes publicamos nuestra Meditación Semanal Esforzados y Valientes para los estudiantes de ILC. Al meditar en las Escrituras nos preparamos espiritualmente para servir este semana junto con otros hermanos de la Iglesia.

Josué 1:10-18

Entonces Josué les ordenó a los oficiales del pueblo: «Recorran todo el campamento y díganle al pueblo que prepare comida, porque dentro de tres días ellos cruzarán el Jordán para tomar la tierra que el Señor nuestro Dios va a darles.»

Josué habló también con los rubenitas y los gaditas, y con la media tribu de Manasés, y les dijo: «Acuérdense de que Moisés, el siervo del Señor, les dijo que el Señor es también el Dios de ustedes, y que les dará reposo en esta tierra. 14 En la tierra que Moisés les dio a ustedes de este lado del Jordán se quedarán las mujeres, los niños y los ganados; pero todos los hombres valientes y fuertes que haya entre ustedes tomarán las armas y marcharán al frente de sus hermanos, para ayudarlos hasta que el Señor les haya dado reposo a sus hermanos y también ellos hayan tomado posesión de la tierra que el Señor su Dios va a darles. Después de eso, ustedes podrán regresar a la tierra que han heredado en este lado del Jordán, la que Moisés, el siervo del Señor, les ha dado del lado donde nace el sol. Entonces podrán tomar posesión de ella.»

Ellos le respondieron a Josué: «Haremos todo lo que nos has mandado, e iremos a dondequiera que nos digas.  Así como obedecimos a Moisés en todo, también te obedeceremos a ti. Sólo esperamos que el Señor nuestro Dios esté contigo como estuvo con Moisés. Todo el que sea rebelde y no obedezca tus órdenes, será condenado a muerte. Pero tú, tienes que esforzarte y ser valiente.»

Obediencia a la Palabra Escrita

No hay indicio de que Israel haya recibido entrenamiento militar profesional para conquistar la Tierra Prometida. Realmente la principal y quizás única instrucción para conquistar fue la de meditar y obedecer la Ley escrita de Dios. Dios no dio más instrucciones porque Dios le bastó que su pueblo obedeciera. De las maravillas al conquistar él se encargaría.

Yo personalmente tardé mucho tiempo en entender esta verdad espiritual. Mi problema fue que no entendía a qué se refería Dios cuando me pedía que yo fuera obediente. ¿Qué exactamente debía obedecer? ¿Obedecer algo que no conozco? ¿O algo que sí conozco? ¿Algo que Dios me dirá? ¿O algo que él ya me ha dicho?

Pasaron muchos años para que lograra comprender que la obediencia que Dios pide siempre comienza con la obediencia que ha pedido a todos en la Biblia. Dios nos guía y debemos obedecer su guía para hacer algo en particular que a nadie más le ha pedido. Pero antes y primero que todo, Dios nos guía a obedecer sus mandamientos escritos, los que él ya ha revelado a todos. Por eso, cuando decimos que «Dios me dirigió con su guía a algo…», debemos estar seguros que esa guía siempre conduce a que obedezcamos sus mandamientos revelados.

Por ejemplo, no podemos decir que Dios nos guía a hacer algo en lo cual tenemos que mentir, robar o matar porque eso no es conforme a su voluntad revelada en su Palabra. Dios no nos guía a pecar. Dios nos guía a obedecer. Entonces, cuando nosotros debemos tomar una decisión sí podemos y debemos pedirle a Dios que nos guíe. Y si no entendemos o sentimos que no recibimos su guía, asegurémonos que cualquier cosa que escojamos sea en la cual no pecaremos ni desobedeceremos la Palabra de Dios.

Josué entendió eso. Dios envió a Josué y a Israel a conquistar la tierra; ese mandamiento fue completamente claro. Era particular para Josué y el pueblo en ese tiempo. Pero mientras todos obedecían ese mandamiento, también debían seguir obedeciendo la Ley escrita. Dios no le pedía a Israel que fuera obediente solamente en las estrategias de batalla. Antes bien, en cualquier estrategia que formularan debían ser fieles en su obediencia a la Ley de Dios primeramente.

Esta es la sabiduría escondida en la obediencia. Cuando el pueblo obedecía los mandamientos escritos entonces recibían sabiduría y guía para conquistar. Es como si Dios quisiera  guiarnos sólo si primero obedecemos sus mandamientos escritos. Luego, a través de esa obediencia, él nos guiara aún a más obediencia.

Así, la importante lección que la vida victoriosa de Josué y las conquistas de Israel nos enseñan es que, decidamos lo que decidamos, en nuestra vida siempre debemos considerar primero cuáles circunstancias favorecen más nuestra obediencia a las enseñanzas de Jesús y a los mandamientos escritos en toda la Biblia. Y una vez que decidimos algo en particular, entonces también mantengámonos obedeciendo el Evangelio de Dios; en esta obediencia él hace maravillas.

Oración. Señor y Padre mío; guíame en cada circunstancia para saber cómo obedecer tus mandamientos y todas las enseñanzas de Jesucristo. Por tu amor pido esto en Jesús. Amén.

Reflexión. ¿Creo que Dios nos guía para que obedezcamos sus mandamientos escritos? ¿Por qué?

Autoría. Material preparado por Gabriela Tijerina-Pike, PhD originalmente para www.vidaenel.com (Abril 2015) y adaptado exclusivamente para CLI (Mayo 2018)