Siendo endechado

Soy un hombre de 57 años de edad, casado, con tres hijos (ya mayores de edad) y un nieto. Vivo en Trujillo, Colón, Honduras; soy Profesor de Educación Media, trabajo como Coordinador Departamental de Supervisión Educativa.

Reconozco que soy un pecador, he pecado contra Dios, el cielo y la tierra y no me ha sido de provecho, el mayor problema que he tenido es el adulterio. Todo empezó luego de casarme (Satanás es enemigo del matrimonio y la familia), tuve que tener una visión donde veía a mi familia destruida, a la vez que escuchaba una voz interior que decía, líbrame, límpiame, como la palabra lo dice “debemos ser probados”, del ambiente y prácticas de donde Dios nos sacó, tenemos que ser probados en acciones, pensamientos y sentimientos, por la gracia y misericordia de mi Padre hasta el momento he salido aprobado, Dios está procesándonos, no somos producto acabo. Mi conversión se produjo después de tiempo que mis familiares oraron mucho y mi Padre se compadeció y su misericordia me encontró, este proceso fue muy vivido después de estar dos semanas en cama donde su Espíritu Santo se derramó sobre mi como un frío que me congeló de pies a cabeza, para sorpresa mía el libro de Job 33:14 al 30 describe el proceso que pasé en mi lecho de muerte. He sido miembro de una congregación y líder en la misma, recibiendo y dando discipulados, tengo el llamado de Dios para abrir una iglesia como a 10 kilómetros de mi ciudad, siento muy fuerte este llamado en base al libro de los Hechos 20:28, en la parte secular tengo formación universitaria a nivel de post-grado, pero soy casi analfabeto en lo espiritual, manejo e interpretación de la palabra de mi Abba, por lo que he acudido a ILC para ser equipado y preparado para el ministerio y el cumplimiento de Mateo 28:19 y 20.