Ayudar a las Mujeres 

Desde pequeña escuché la voz de Dios, y me hablaron de Jesús, pero estaba muy alejada de Él. Fue hasta mi vida adulta que me rendí a los pies de Cristo. Hace ya varios años que decidí tomar los caminos de Dios, no sólo amarle, sino obedecerle y, debido a mi experiencia de vida, también ayudar a las mujeres.

Cuando perdí a mi segundo hijo, un varón, en el año 2015, sentí que algo se derrumbaba dentro de mi. Fue cuando me acerqué más a Dios y a su fortaleza, pues yo me sentía débil. Pase por momentos muy difíciles de depresión, ansiedad y tristeza.

Una vez estando en oración, Dios me mostraba que yo podía ayudar a las mujeres que habían pasado la pérdida de un bebé, no sólo por mis estudios en Psicología, sino también por mi experiencia. Dios me estaba llamando a un ministerio sin yo saberlo o sospecharlo.

En el 2017 comencé con un ministerio infantil en mi congregación del cual me hago cargo actualmente. También estoy en un grupo de oración de damas, donde cada semana nos reunimos a orar por todas las necesidades de la iglesia y por necesidades externas de la comunidad.

«Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido» (1 Timoteo 4:6 RVR1960).

Indudablemente Dios me ha llamado a servir y quiero prepararme para compartir el evangelio a muchas personas. Sirvo a mi iglesia en cualquier área; en la limpieza en la cocina y en la enseñanza a los niños. Mi deseo es seguir preparándome y estudiar mucho para compartir esas enseñanzas con otros, sin descuidar mi familia ni mi iglesia local.

Encontré el Instituto de Líderes Cristianos, navegando por la red social de Facebook. Yo ya tenía un llamado de Dios para estudiar a profundidad Su Palabra. Por eso es importante para mí adquirir una beca porque no tengo muchos recursos económicos, pero si tengo actitud positiva, deseos y mucha disciplina para el estudio.