MINISTRO ORDENADO
HISTORIA DEL MINISTERIO ORDENADO EN LA IGLESIA PRIMITIVA
En la Iglesia del siglo I y II, la línea divisoria entre el clero y los congregantes no era tan pronunciada. En ese tiempo, las iglesias locales tenían que surgían entre ellos. Luego, cuando esos líderes demostraban conocimiento, experiencia y la imagen de Cristo, ellos eran ordenados como diáconos. La misma iglesia apoyaba su ordenación y los apoyaba incluso financieramente.
La palabra “ministro”, surge del idioma latín. El latín traduce la palabra griega diácono, la que originalmente está en el Nuevo Testamento. La iglesia llamaba diáconos a sus siervos y líderes. Luego les llamó ministros. Pero es lo mismo.
Todos esto estos hombres diáconos y mujeres diaconisas eran verdaderos héroes de la fe. Todos vivían con lo más mínimo, nunca demandaban nada a la iglesia y muchos de ellos murieron como mártires.
Sin embargo, en el siglo III y IV, alrededor de los tiempos del emperador romano Constantino, las iglesias locales dejaron de identificar a sus líderes locales como autoridad. Esa se la atribuían a la Iglesia otras autoridades de otros lugares. Eso propició una jerarquía en la Iglesia, que después denominó clero. Por ende, se hizo la distinción entre el clero y los congregantes.
Hacemos este antecedente histórico para recordar cuán importante fue para la Iglesia del Siglo I la participación de los diáconos. Gracias a ellos la Iglesia soportó la persecución y multitud de conflictos internos. Gracias a los diáconos la Iglesia se multiplicó en muchas partes y maduró espiritualmente.
Ahora, el ILC retoma esa verdad para preparar y capacitar a los líderes de las iglesias locales. Esperamos que con esa preparación los líderes puedan ser nombrados diáconos o ministros ordenados.
En el ILC creemos que…
- Todos los que amamos a Jesucristo somos ministros.
- No todos estamos preparados para ministrar pues nos falta conocimiento, experiencia y destreza para predicar, enseñar y aconsejar conforme al Evangelio.
- Todos podemos prepararnos para ser ministros preparados.
- Todos tenemos diferentes llamados a ministrar.
- Un llamado especial es aquel del líder que se responsabiliza por actos oficiales dentro de la Iglesia como lo son: Bautismos, celebraciones, bodas y funerales.
- A todos aquellos que se preparan para ministrar de manera oficial, la Iglesia le ha llamado Ministros Ordenados.
Ministro Ordenado
- Todo ministro ordenado debe contar con una preparación mínima en Biblia, teología y ministerio.
- Todo ministro ordenado debe contar con el respaldo y aprobación de su iglesia local y de sus autoridades eclesiásticas locales.
- Todo ministro ordenado necesita credenciales que le reconozcan como tal.
El ILC funge como un apoyo a la iglesia local o a la denominación para proveer preparación bíblica, teológica y ministerial a sus líderes:
- Ofrecemos clases gratuitas.
- Ofrecemos reconocimientos, diplomados y otros certificados oficiales que avalan el esfuerzo del estudio del interesado en ordenarse como ministro oficial.
- Ofrecemos asesoría a las iglesias locales y a las denominaciones para formalizar sus procesos de ordenación.
- Trabajamos junto con la iglesia local para corroborar la preparación, el llamado y la integridad del ministro ordenado.
Los requisitos para la Ordenación en ILC son:
- Un mínimo de 32 créditos cursados de manera consistente, íntegra y satisfactoria.
- Cartas de recomendación de la iglesia local y datos de contacto para certificar la información.
- Compromiso con la declaración de fe y la integridad de carácter cristiano.
- Estar dispuesto a cubrir los costos administrativos de este proceso de ordenación.
Para más información, favor de comunicarse a spanish-helpdesk@christianleaders.net
Estos testimonios son de algunos de nuestros estudiantes de ILC que se saben líderes de su iglesia local, se preparan para ser diáconos al servicio del crecimiento y madurez de la Iglesia: