Nací en un hogar cristiano, así que desde muy pequeña seguí casi con mucha diligencia la palabra de Dios, siempre estuve muy admirada por el ser de Dios y siempre quise empezar a servirle lo antes posible, a los once años empecé a formar parte del grupo de jóvenes como apoyo de los líderes, entré al ministerio de danza y además servía en el ministerio infantil siendo maestra de niños de 6 a 8 años. Hasta ese punto parece que todo iba de maravilla y que supuestamente era una hija ejemplar de Dios, pero mientras fui creciendo me fui involucrando en cosas que no le agradaban a Dios, y sé que Él se entristecía al verme cometiendo tantos errores. Fueron tantas decisiones mal tomadas y tanto pecado en mi vida que me llevaron a caer en depresiones muy fuertes y ansiedad, tenía mucho temor por el futuro y mucho miedo de quedarme sola.

Ahí fue cuando verdaderamente empecé a conocer a Dios, estando muerta en vida Él me salvó una vez más, siento claramente como me tomó en sus brazos y por medio de mis padres me levantó, porque yo ya no quería vivir, pensaba todo el tiempo en como hacer para desaparecer del mundo y me sentía culpable porque era tan desagradecida con Dios que dio a su hijo para que yo pueda vivir y además desagradecida con mis padres que me han dado siempre todo lo que he querido, hasta que entendí que su amor era más grande que cualquier error y cualquier pecado, su amor es tan grande que se olvidó de todo lo malo que hay en mí y trajo gozo a mi vida. Ahora converso todo el tiempo con Él, le cuento todo lo que me pasa y todo lo que siento, y aunque sigo cometiendo muchos errores ahora no me siento rechazada, sino que me siento amada, trato todo el tiempo de dejarme moldear en sus manos.

Soy andinista y siempre que voy a la montaña es como tener una cita especial con mi Dios, vamos conversando todo el tiempo y le agradezco mucho por su creación y por cada detalle que muestra su amor, vamos cantando y riendo, Él me cuida y me acompaña, lo amo tanto y quiero cada vez conocerlo más. Después de verme con tanta necesidad de Dios entiendo que todos tenemos esa necesidad siempre, aunque a veces no queremos aceptarla o renegamos de ella, quiero mostrarles a los jóvenes que Dios es lo único más importante que tenemos en este mundo y que tendremos por la eternidad, y para eso quiero estar calificada y quiero saber de lo que hablo y por eso es tan importante este Institutoel instituto que enseña cómo estudiar la Biblia y usar el Evangelio para el ministerio de muchas maneras, porque quiero prepararme de verdad para ser una luz eficaz.