Dios da fuerzas como las del Búfalo
En medio de todas las responsabilidDios da fuerzas como las del Búfaloades cotidianas, Dios da fuerzas como las del búfalo para el estudio de su Palabra y para la capacitación del ministerio. Confiando en esa bendición, nuestro hermano Jairo nos escribe acerca de sus planes. En ILC agradecemos a estudiantes como él que también nos animan a seguir adelante.

Saludos desde Colombia, su hermano en Cristo, Jairo V.

Les comparto mi breve testimonio y mi ánimo para cumplir mi sueño de servir a Dios.

Tengo 60 años, soy casado y tengo una hija. Mi esposa Mirelly y mi hija Leidy son dos grandes regalos que nuestro Señor me concedió tener. Ya llevo 18 años de conocer el Evangelio. Durante este tiempo he aprendido más de la manera en que mi Señor me salvó y de todas las bendiciones que su Espíritu me concede en las Escrituras y en la Iglesia. Estoy sumamente agradecido.

¡Por eso mi anhelo de servir a Dios crece cada día, quiero compartir con otros del amor de Dios, de sus planes y de sus propósitos para cada uno!

A mi edad, no se me acaban las fuerzas porque Dios me las renueva y me da más.  He tomado la decisión de estudiar en ILC porque creo que es otra bendición que Dios me concede. Aquí en mi pequeño pueblo donde vivo, Niriño, no hay ningún centro o instituto de capacitación. Pero la necesidad de salvación es muy grande. Y pues aquí estoy, yo soy siervo de Dios que puede capacitarse con  la herramienta de ILC y servir mejor a mi prójimo. Aprovecho la beca, pues sé que es el esfuerzo de otros hermanos que proveen para este ministerio.

Seguiré adelante en este propósito hasta acabar.  Ese es mi compromiso. Esa son mis fuerzas en el Señor.

Dios los bendiga a todos.

Salmos 92:10-15

Pero tú me darás las fuerzas del búfalo,
y me ungirás con aceite fresco.
11 Mis ojos verán la derrota de mis enemigos;
¡mis oídos oirán los gritos de angustia de mis adversarios!

12 Los justos florecerán como las palmeras;

crecerán como los cedros del Líbano.
13 Serán plantados en la casa del Señor,
y florecerán en los atrios de nuestro Dios.
14 Aun en su vejez darán frutos
y se mantendrán sanos y vigorosos
15 para anunciar que el Señor es mi fortaleza,
y que él es recto y en él no hay injusticia.