Dios nos prepara de muchas manera
Dios nos prepara de muchas manera

Nuestro Dios nos prepara de muchas maneras para que anunciemos el Evangelio. Nuestra iglesia, nuestra familia, nuestro trabajo son fuentes de preparación. Cada meditación que leemos y cada mensaje que escuchamos es parte de esa preparación. Ni qué decir de la preparación de la vida misma, nuestros errores y aciertos. Todo es parte de la preparación que Dios nos da y que él usa para moldear nuestro carácter, para enseñarnos a interpretar su Palabra y para comunicar a otros las Buenas Nuevas de Salvación en Jesucristo. En el ILC no subestimamos nada de eso, pero también creemos que Dios nos prepara enviando maestros que nos enseñen Biblia, Ministerio y Teología. Por eso, estamos aquí para servirte. No dudes en eso. Estamos para servir a Dios sirviéndote a ti, amado hermano.

¡Hola!

Bendiciones.

Vivo en Perú y sirvo a Dios en el área de capellanía de un colegio cristiano. Hace 14 años, cuando tenía 11 añitos, yo conocía el Evangelio del Señor Jesucristo. Eso fue por medio de unos estudios bíblicos que mi madre recibía. Ahora ya han pasado muchos años de aquello. Pero sigo conociendo más a mi Señor Jesús, sigo creciendo en su gracia y madurando en su Espíritu. Por eso he decidido que quiero invertir mi vida a su servicio. Al momento estoy trabajando en una fundación de ayuda humanitaria. Pero quiero servir también como pastor y quiero plantar iglesias. Eso será más adelante si Dios lo permite. Al momento creo que vivo un tiempo de entrenamiento y preparación. Pues como capellán soy responsable de la madurez espiritual de 200 familias. Otra preparación que recibo es mediante mi iglesia, a través de ella aprendo que es ahí donde recibo mi alimento espiritual, mi ayuda moral y el consejo de los hermanos. Creo que Dios me está preparando, y por si faltaba evidencia, el ILC es otra muestra. Mis estudios en ILC serán parte de esta preparación que tomo para cumplir mi llamado y mi gran deseo de servir a Dios.

Gracias por todo.

Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia. Por medio de ellas nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas ustedes lleguen a ser partícipes de la naturaleza divina, puesto que han huido de la corrupción que hay en el mundo por causa de los malos deseos. Por eso, ustedes deben esforzarse por añadir virtud a su fe, conocimiento a su virtud, dominio propio al conocimiento; paciencia al dominio propio, piedad a la paciencia, afecto fraternal a la piedad, y amor al afecto fraternal. Si todo esto abunda en ustedes, serán muy útiles y productivos en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Quien no tiene todo esto es corto de vista, o ciego, y ha olvidado que sus antiguos pecados fueron limpiados. 10 Por eso, hermanos, procuren fortalecer su llamado y elección. Si hacen esto, jamás caerán. 11 De esta manera se les abrirán de par en par las puertas del reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. 2 Pedro 1:1-10