Soy Pame Martínez, para comenzar con mi historia es necesario hablar sobre mi familia, donde todos los miembros tienen firme su fe en el evangelio, asistí a CFEA Atizapán básicamente desde que nací, donde mi mamá era líder de alabanza, sin embargo, yo aún no sentía este llamado por parte de Dios. A la edad de 15 años mi papá falleció por lo que mi fe se vio probada de una manera muy fuerte, además de que me acababa de mudar por lo que no tenia una iglesia, los caminos de Dios son perfectos y estos nos llevaron a un ministerio llamado Legado de Acompañamiento dirigido por la pastora Ruth Ost viuda de Martínez y su hermoso equipo de pastoras y ayas, donde como lo indica su nombre aquí se les brinda acompañamiento a personas que pasan por el proceso de duelo, además de tener atención especializada de psicólogas y tanatólogas cristianas para poder ofrecer ese consuelo y abrazo a quienes lo necesitan, aquí fuimos recibidos de una manera tan acogedora, sin embargo no era una iglesia por lo que en nuestra búsqueda por un lugar para congregarnos llegamos a la Iglesia Casa del Padre, donde de igual manera fuimos muy bien recibidos. Para este punto yo aún no sentía este llamado de Dios, no fue si no hasta un congreso de Jóvenes llamado “Prodigo” donde Dios me llamo devuelta a él y además me dio este hermoso llamado para el ministerio Juvenil, por lo que hable con las autoridades de Legado de Acompañamiento para ver la posibilidad de integrarme para poder servir en su ministerio Juvenil. Dios acomodo todo de tal manera que en automático accedieron y entre a la capacitación. Sin embargo, aún creía que necesitaba una preparación más rigurosa por lo que decidí entrar al Instituto de Lideres Cristianos, estoy aprendiendo a escuchar la voz de Dios y de igual manera estoy aprendiendo a obedecer a estar en los lugares que él tiene preparados para mí. Es por eso por lo que he decidido comenzar mi formación en este instituto, porque mi sueño espiritual es algún día poder estar a cargo de un ministerio Juvenil con la ayuda de Dios.