ILC es otra Oportunidad para Mi
ILC es otra Oportunidad para Mi

Dios bendice con multiples oportunidades, ILC es otra Oportunidad para Mi, dice Yimer que estudia desde Colombia. Así es como Ymer cuenta sus bendiciones como oportunidades para vivir para la gloria de Dios.

Bendiciones. Mi nombre es Yimer F. G. Soy de Colombia. Vivo en el departamento de Norte de Santander. Mi país es un lugar que por muchos años ha experimentado violencia. Grupos al margen de la ley realizaron muchos atentados donde la población civil fue la mayor afectada. En la actualidad mi país se encuentra en un proceso de transformación donde el poder del Evangelio ha sido crucial para el mejoramiento de la calidad de vida de cientos de familias. Aun en la actualidad se presentan manifestaciones de tipo violento en algunas partes de nuestro país y departamento, por eso muchos pastores, evangelistas y misioneros han perdido su vida por causa de anunciar el Evangelio de la paz en Jesucristo. Con todo y ello, no se ha detenido la predicación de la Palabra, ni aún en población donde es de difícil acceso.

Mi primera experiencia con Dios fue a la edad de 12 años, cuando él realizó un gran milagro en mi vida. Sufrí una enfermedad que aún al día de hoy la ciencia médica no ha podido explicar. Esta enfermedad afectó mi movilidad impidiéndome una correcta circulación de la sangre en mis piernas. Esto hizo que los médicos tomaran la decisión de pasarme a cirugía para amputarme mis piernas. Yo estaba presente cuando informaron esto a mi madre, a lo que esperé que salieran del cuarto para pedirle a mi enfermera que me subiera a la azotea del hospital para «tomar algo de Sol». Mas mi pensamiento no era tomar Sol sino lanzarme al vació y acabar con mi vida. Cuando la enfermera me llevó a ese lugar, y estando a punto de lanzarme. alcé mis ojos al Cielo y dije:

«Señor Jesús si realmente tú existes y puedes hacer un milagro en mi vida, yo te serviré. Luego hice fuerza con mis manos en la silla de ruedas para levantarme y lanzarme al vacío. Pero en eso comencé a sentir mis piernas como si tuviera una cantidad de agujas u hormigas picándome. Fue un milagro. Pues mis piernas no las sentía para nada, pero después  ya sentía de vuelta mis piernas. Después de eso me dieron la salida del hospital sólo por unos pocos días, mientras pasaba la Navidad en casa. Pero me dieron la condición de que debía volver para que me realizaran más exámenes.

Sin embargo, para la gloria de Dios, hasta el día de hoy que ya han pasado 25 años no he vuelto a ningún hospital, salvo para llevar el Evangelio de Jesucristo y su santo amor. Dios me sanó completamente. Fue así como tomé la decisión de servirle con amor. Aunque en un inicio me estaba preparando para ser sacerdote Católico, Dios me enderezó mis pasos para servirle en el Evangelio de poder para salvación por gracia mediante la fe en Jesucristo.

Así he pasado los últimos 15 años, he estado involucrado en diferentes ministerios en mi iglesia. Ahí participo activamente y me siento muy identificado con el cuidado espiritual de los demás como pastor y evangelista. Sé que todos podemos crecer y madurar en la fe para ayudar a los que empiezan. Realmente toda esa experiencia me ha ayudado a valorar todas las oportunidades que Dios nos da en la vida. Oportunidades para conocerlo, oportunidades para servir a los demás y oportunidades para mejorar.

Creo que el ILC es una de esas oportunidades especiales. Porque a través del ILC puedo conocer más a Dios, puedo prepararme para servir como ministro y puedo también mejorar. Porque no digo que soy perfecto, pero creo que las Escrituras son enseñanza suficiente para ayudarme a vencer mis debilidades. Mediante el Espíritu de Dios puedo vencer la tentación, aprender a arrepentirme y a pedir perdón.

Para terminar esta entrevista no puedo dejar de mencionar que mi familia y mi iglesia han sido grandes bendiciones en mi vida. Gracias a mi familia he podido salir adelante y gracias a mi iglesia he aprendido a orar, a estudiar las Escrituras y a servir a Dios. Con este agradecimiento en mi corazón quiero tomar la oportunidad que ILC me da para seguir preparándome. Creo que con mejor preparación, más conocimiento, más experiencias, y más consejo de otros puedo servir en mi comunidad que está llena de opresión espiritual y de tradiciones ancestrales que lastran la fe. Tengo planes y sueños, tengo fuerzas y esperanzas, por eso agradezco esta beca del ILC para que me sirva a mí para cumplir con la obra que el Señor nos encomendó (Mateo 28:16-20).

Finalmente, agradezco su valiosa atención y oportunidad. También pido respetuosamente si es posible que oren por este servidor, para que se cumpla esta promesa:

23 Una vez que fueron puestos en libertad, ellos se fueron con los suyos y les contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. 24 Al oírlos, todos juntos elevaron sus voces a Dios y dijeron: «Soberano Señor, tú creaste el cielo y la tierra, y el mar y todo lo que hay en ellos; 25 tú, Padre nuestro, por medio del Espíritu Santo dijiste en labios de tu siervo David:

»¿Por qué se amotinan las gentes,
y los pueblos piensan cosas vanas?
26 Los reyes de la tierra se reunieron,
y los príncipes se confabularon,
contra el Señor, y contra su Cristo.

27 »Es un hecho que Herodes y Poncio Pilato, junto con los no judíos y el pueblo de Israel, se reunieron en esta ciudad en contra de tu santo Hijo y ungido, Jesús, 28 para hacer todo lo que, por tu poder y voluntad, ya habías determinado que sucediera. 29 Ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a estos siervos tuyos proclamar tu palabra sin ningún temor. 30 Extiende también tu mano, y permite que se hagan sanidades y señales y prodigios en el nombre de tu santo Hijo Jesús.» 31 Cuando terminaron de orar, el lugar donde estaban congregados se sacudió, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y proclamaban la palabra de Dios sin ningún temor.

HECHOS 4:23-31