La Oportunidad del ILC
La oportunidad del ILC quiero aprovecharla al máximo, para perfeccionar el ministerio al cual me ha llamado Dios, y así dar al prójimo de lo que de gracia he recibido. Esto es lo que dice nuestra hermana acerca de la oportunidad del ILC y que además nos comparte su testimonio de cómo pasó de la tristeza al gozo por la gracia de Jesús.
Cuando fui una niña recibía clases de unas hermanas de la iglesia a la cual asistía la abuela, ellas se encargaron de sembrar una semillita en mi, al transcurrir el tiempo, mis padres se separaron y fue una etapa fuerte de mi vida, me marco emocionalmente debido a las situaciones de problemas y discusiones que eso trajo al hogar, en mi había mucha soledad, muchas ganas de huir de casa, pero siempre me detuvo un deseo de estudiar y prepararme, cuando era niña el juego que más me gustaba era hacer el papel de maestra y enseñaba a los animales que habían en casa; la situación en casa fue pasando, la separación fue aceptada y asimilada, mi madre se afirmo en los caminos del Evangelio, pero yo no recibí más las clases ni asistí a la iglesia, me dedique a estudiar, en medio de situaciones difícil, falta de recursos, luego me toco trabajar y estudiar, fue un proceso difícil, pero Dios me permitió prepararme profesionalmente, nunca tuve una relación amorosa legal o verdadera, las personas que se me acercaron solo buscaban satisfacer sus necesidades, eso me causo mucha tristeza, cometí errores que habían marcado más mi vida, y esos errores retumbaban en mi cabeza; alcance un nivel académico, alcance un nivel profesional, alcance un nivel económico, que me permitió disfrutar con mi madre y familiares mas cercano, pero en mi había seguía un vacío constante, nada lo llenaba, en la ultima relación, sentí mucha decepción, ame mucho pero no era correspondida, fue cuando alce mi mirada al cielo y clame a Dios pidiéndole ayuda, pidiéndole un lugar donde servirle, donde asistir; fue cuando mi cuñado y sus esposa fundaron una iglesia, me invitaron a formar parte de ella, fue la luz que necesitaba para salir de mis tristezas, desde que acepte caminar con Dios, llego el hombre que hoy día es mi esposo, llego mi hijo, tengo un ministerio y un liderazgo en la iglesia, estos cinco años han sido la etapa más hermosa de mi vida, y la que puedo darle más valor, por eso esta oportunidad de ILC, quiero aprovecharla al máximo, para perfeccionar el ministerio al cual me ha llamado Dios, y así dar al prójimo de lo que de gracia he recibido.