Lámpara a mis pies tu Palabra y lumbrera a mi camino
Mis primeros recuerdos de asistir a una congregación se remontan a mi niñez, los domingos era el día esperado para ir junto con mis compañeros a cantar y aprender las historias bíblicas que enseñaba la maestra. En casa no era menos, papá mientras trabajaba en la panadería hablaba conmigo acerca de algún pasaje que le llamaba la atención. Mamá por su parte cantaba los coros y uno que le gustaba y que hasta ahora a mi también me agrada mucho es “A combatir”. Fui creciendo y en la adolescencia me alejé de la iglesia, aunque asistía los domingos o a algún evento que realizaban, estaba lejos de Dios. Hasta que dejé de asistir por completo, pero no deje de pedir a Dios formar parte de su pueblo. Podría decir que este alejamiento se debía a las predicas que daban en la iglesia, que más que enseñar, era acusar o la defensa de sus pensamientos, pero como lo dije son solo excusas. Es así, como hace 20 años estando en mi cuarto, tuve una necesidad inmensa de volver a congregarme, fue entonces que busqué una congregación a la cual asistí y en la cual me presentaron el evangelio, una vez más escuché la obra redentora de Cristo, pero con mayor atención y comprensión del tema, tal fue el llamado que lo hice mío. Desde ese día comencé a apoyar en la iglesia donde me congregaba, primero en el servicio del aseo del local, ayudando a los hermanos, hasta en una ocasión me llamó el predicador y junto con otros hermanos nos enseñó como estudiar la Biblia y como elaborar mensajes. Así comenzó el proceso de aprendizaje de las Sagradas Escrituras, lo cual me llevó a dejar mi País, Perú, para arribar en el que ahora estoy Ecuador. Aquí forme parte de una pequeña congregación donde apoyo con mensajes, los cuales trato de hacer lo más apegado a las Escrituras, aunque estudié, el proceso de aprendizaje es continuo y es como así buscando en internet, encontré el ILC que se me ayudará en la formación para un mejor conocimiento de la Palabra, de esa manera brindar un apoyo más eficiente en la congregación. El versículo que me gusta mucho y me inspira a seguir aprendiendo es el Salmo 119:105 “Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino”, por tanto, quisiera llevar esa luz al camino de los demás. Bendiciones