Libre para Adorarle
Libre para Adorarle
En mi testimonio daré constancia de que por la gracia de Dios soy libre para adorarle. Soy Geismi Montes, Venezolana. Esposa y madre de tres adolescentes. Creo que de pequeña tuve encuentros con mi Señor, muchas veces me conseguían debajo de la cama, jugando o leyendo la Biblia católica. Mi familia decía que yo era rara, que estaba loca. Sus creencias eran variadas, aquí en el país hay mucho esoterismo, brujería, espiritismo, testigo de Jehová, entre los cuales nos llevaron. Hasta que mis padres decidieron que cada una de nosotras, mi hermana y yo, escogiésemos en qué queríamos creer. Mi crecimiento fue confuso, pues era muy controladora, altiva e iracunda. Muchas veces tome decisiones en base a emociones. Tuve mi primer pareja, sin dirección de Dios y sin casarme, del cual tuve mis tres hijos y me separé de el, por infidelidad. En ese mismo tiempo mis padres después de 22 años de matrimonio, se separan y para mí todo fue un caos. Está situación llevo a mi madre y a mi, a buscar ayuda. Fuimos a la Iglesia Católica, la legión de María, hasta que caímos en lo más horrible, como es la santería. Gracias a mi Señor Jesucristo y su misericordia, uso a un joven quien me invitó muchas veces al Día del Amigo en una Iglesia Libre. Yo estába como sorda, no entendía de que hablaban. Hasta que tuve un sueño, en el cual vi el lago de fuego y azufre, yo estaba cayendo en el, cuando pedí ayuda, una mano grande muy reluciente me agarró y me saco. Lo que me impresionó, es que cuando desperté. Mis hijos estaban llorando y preguntaban porque olía tan mal. Me costó mucho aceptar a mi Señor, sentía que me apretaban el cuello. Fueron muchos ayunos, oraciones y vigilias.
y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Juan 8:32
Actualmente mi esposo fue llamado al Ministerio Pastoral, y estamos fundando una obra de la mano del Espíritu Santo. Me desempeño, para la Gloria de Dios como Manicurista, y como Costurera. Labor que hago con mucho amor, recordando siempre que vinimos a servir y no a ser servidos. El Espíritu Santo me inquieto a estudiar más y mí esposo me habló del Instituto de Líderes Cristianos. Para mí es un reto y un compromiso poder ser parte de esta Institución que me motiva a seguir adelante en los caminos de nuestro Señor.