Mi caminar con Cristo
Mi caminar con Cristo

Mi testimonio es para mí un camino, es mi caminar con Cristo. He pasado muchas experiencias, pero la mejor es que nuestro Señor mismo nos invita a seguirle, eso es caminar con Cristo a cada instante, en todo lugar y ante toda las personas.

Soy de Barranquilla, Colombia, y tuve una infancia qué podría decirse buena y en factores económicos bastante restringida, pero como dice su palabra, no hay justo desamparado ni su descendencia que mendigue pan. Nunca faltó la comida, el techo, el vestido ni el estudio. Vivíamos en una casa familiar, éramos mis padres, mi hermana mayor, mi hermano menor y yo. Entre mis berrinches, el colegio y la lucha económica diaria, mi familia vivía distraída y lejos de una unión familiar Cristiana, nunca supe lo qué es un devocional familiar. Me enamoré de Dios en la iglesia Católica.

Intenté mantener esa relación con Dios hasta qué llegó mi adolescencia donde me declaré agnóstica un tiempo, puesto que no entendía bien cómo funcionaba la relación con Dios, y a mis 18 años decidí admitir mi creencia en Dios, pero me rehusé a seguir sus reglas, pues no estaba de acuerdo con ellas, esto mientras recordaba de golpe sucesos de mi infancia qué incluían santería, brujería y atrocidades qué vi en ello, cómo atacaban a otras personas en nombre de la justicia de Dios, cómo engañaban a mi familia con Dinero qué nunca llegó, cómo los sometían a favores, incluso cómo ejercían violencia física contra sus servidores cuando los ‘trabajos’ no quedaban ‘bien hechos’.

A mis 19 años, luego de lidiar con la depresión por aproximadamente 7 años, depresión qué lidiaba totalmente sola, decidí acabar con mi vida por 3ra o 4ta vez, pero esta vez lo estuve planeando para que saliera bien, para no darme espacio a arrepentirme o a quedar viva. Compré un bisturí, un par de exactos, cuchillas nuevas para ambos y decidí empezar, una vez sola en un cuarto empecé a meditar los motivos por los qué valía la pena acabar conmigo. Casi de inmediato sentí la presencia de Jesús abrazándome y desde ahí ha sido amor inmediato. Hablé con mis padres y junto con unos ancianos de la iglesia en la qué se congregaba mi mamá oraron por mí, desde entonces ahí sigo, soy miembro bautizado desde 2019, y estoy iniciando mi ministerio en mi llamado como maestro. Este instituto bíblico es muy importante para mi desarrollo en mi vida espiritual y ministerial, pues pretendo aprender a enseñar y aprender a aprender para qué el plan de Dios padre se cumpla en mi vida como a Él le plazca

 Bienaventurados los pobres en espíritu,

porque de ellos es el reino de los cielos.

Mateo 5:1