Mi comunidad de estudio
Tengo el placer de compartir mi testimonio con mi comunidad de estudio en el ILC. Aunque no nos conocemos, todos formamos lo que ahora llamo mi comunidad de estudio para servir all mismo Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Hola querida comunidad. Mi nombre es Diana Jara, tengo 35 años a la fecha, estoy casada, y tenemos 4 hijos. Somos de Chile, de la región Metropolitana, San Bernardo. Me es difícil hablar de mi vida, no niego que siempre he contado partes de ella, pero hacerlo de manera completa, me provoca ciertos sentimientos, resumire lo más posible. Nací en una familia cristiana. Pero a los 7 años, acepte el llamado de Cristo, con todo mi corazón. En la congregación, esa vez mostraron el hermoso amor que Cristo tenia por los niños, y siendo pequeña me cautivo. Desde muy pequeña el Señor me hablaba en sueños, sentía que podía entender muy bien. Era una niña muy sensible al Espíritu Santo, y podía escuchar su palabra y leerla y ver con claridad todo lo que Dios nos enseña a través de ella. Tuve una crianza muy estricta, y de disciplina en la iglesia y la palabra, pero sin ministración departe de mis padres.
Fue duro, por que se uso mucha la biblia para asustarnos y culparnos había muy poca exhortación y guía. No conocía los abrazos, ni nunca escuche departe de mis padres un te amo, eso marco mucho mi crecimiento y mi vida. Por lo mismo en mi adolescencia empecé a cuestionar las cosas, no podía entender cómo podía tener una familia cristiana que actuara de esa manera, y por lo mismo pensaba que como podía haber un Dios que permitiera cosas así, fueron muchos años de depresión y dudas. Aun así, trataba de buscarle, aun así, Dios seguía llamándome y hablando a mi corazón, sentía un fuerte llamado al ministerio. Alos 16 años, me enamore de un compañero de curso, y mi madre cuando supo, no actuó bien. Fue un periodo muy difícil en mi vida, con mucho maltrato, a tal punto que fue la primera vez que me revele. Aun recuerdo lo que le dije: “No voy a seguir al Dios que sirves tu” Por dos años mantuve una relación escondida, y quedé embarazada. Fue muy difícil, el enojo y vergüenza de mis padres, el desprecio de la iglesia. Me case con este joven, pero al final nos fuimos de la congregación, la carga del dedo acusador fue mucho. La depresión fue más grande, pero quería seguir buscando a Dios, en mi corazón sabia que estaba marcada por el para su servicio.
A los años de casados vivimos una situación difícil en nuestro matrimonio, y por primera vez yo me aleje de Dios. Me enoje tanto con El, otra vez no podía entender cómo podía haber vivido algo tan malo, le dije a el: si soy tu hija, ¿por qué permitiste que yo viviera algo así, por que no me defendiste, porque me dejaste sola?. Me enorgullecí, no vi la mano de Dios en mi vida, no quise aceptar su consuelo. Y sobre todo como dice su palabra, no estuve firme para soportar el día malo. 8 años me alejé, a pesar de mi enojo, pude ver como Dios nos guardó del mundo y no permitió que nos contamináramos más.
Después de estos 8 años volví mi corazón a Dios, no aguante más, de verdad Dios guardo silencio en mi vida mientras yo estuve enojada, por lo mismo mi corazón se endureció mucho y perdí esa sensibilidad al Espíritu Santo, pero sabía que el me llamaba, en lo más profundo podía escuchar su voz diciéndome vuelve, me estaba esperando. Pude volver a mirar su rostro, humillada, lo extrañaba tanto. Pero tuve que reconocer mi pecado y mi rebeldía, y entender que El nunca me abandono, siempre estuvo conmigo. A pesar de todo lo vivido, Dios guardo en su mano mi vida, mi matrimonio, mis hijos, su misericordia siempre estuvo sobre nosotros, y puedo ver su amor eterno a pesar de todo lo que hice. Con mi esposo llevamos 17 años de casados, Dios ha sido bueno con nosotros. Siempre desde que nos casamos muy jóvenes, hemos sabido que el nos llamo al ministerio, hemos aprendido en todo este tiempo por medio de las malas situaciones, en medio de la tormenta, que a pesar de todo el nos a escogido, hemos sido creados para El.
Dios ha estado restaurando todo en nuestra familia y vidas. Hemos aprendido que es el perdón, como es el amor verdadero, la paciencia, el compañerismo y muchas cosas más. Hemos aprendido que es vivir el gozo de la salvación aun en medio de la tribulación. Ahora, en este tiempo, sabiendo que hemos sido llamados por El, nuestros primeros discípulos son nuestros hijos, repito, ¡¡¡DIOS ES BUENO!!! Aun habiendo alejado nuestro corazón de Dios, el guardo a nuestros hijos, cuido sus corazones. Pienso siempre, quiero que ellos sean los primeros en escuchar de Dios departe de nosotros. Ellos son nuestra primera iglesia, lucharemos por ellos hasta que Dios lo permita.
Mientras tanto, mi comunidad de estudio, solo queremos conocer mas a nuestro amado Dios. Deseo que otros puedan escuchar quien es El, y que nuestros hermanos que han estado en la iglesia, al igual que yo, y se han alejado, vuelvan a los brazos de su Padre. Me duele ver que mis hermanos desfallecen, no solo mi congregación, si no en todo el mundo. Oro para que nuestro Padre fortalezca su fe. Hermanos no desfallezcan, no se rindan. Pronto veremos a nuestro amado Jesús. Hay muchos versículos que me enamoran leerlos o que me emocionan, este les comparto para que tomemos juntos aliento.
Otro versículo que marco mi vida, y me alegra el espíritu leerlo es en Lucas 22:31-32 31 »Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran trigo. 32 Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos». Hermanos pueden ver lo hermoso de este versículo, Jesús le dijo: PEDRO HE ORADO POR TI PARA QUE TU FE NO FALLE, no oro para que no cayera, oro por su fe, era necesario este proceso en Pedro. Luego le dijo: CUANDO VUELVAS, FORTALECE A TUS HERMANOS. Es lo que debemos hacer por nuestra iglesia, orar por nuestra fe, para que no falle, y fortalecernos unos a otros. El ordeno mis pasos, cuando yo veía todo perdido y aun los ordena. Cuando caí, no quede tirada, el sostuvo mi mano. Mi fe no decayó aun en mi pecado, por que otros oraban por mí, y ahora oro por mis hermanos en el mundo y quiero enseñar a otros, deseo que Dios restaure su Iglesia y podamos ver su Gloria como en los inicios.
Mi comunidad de estudio, digo esto para el es la gloria, a Él la Honra y toda alabanza, si no fuera por su sacrificio y salvación que seria de nosotros. ¡¡¡VIVA EL REY!!! Aun tengo mucho que aprender, mucho que entender de la escritura. Hago este curso, porque estamos preparándonos con mi esposo y familia. Yo quiero ordenar mis ideas, quiero ordenar todo lo que he aprendido, he sido muy ministrada aun en estos primeros pasos del curso. Llevo 35 años en sus caminos, escuchando de Él, pero quiero conocerlo más, solo eso pienso, Quiero conocerlo y amarlo más. Es hermoso Dios, que aun en mi imperfección puedo hallar su amor, su perdón y misericordia.