MI VIDA EN RUINAS Soy Leidy Marcela Taborda, tengo 40 años, vivo en Colombia – Antioquia. Mi profesión es ser guía de turismo y este es mi testimonio. A mis 39 años con una familia de 4 hijos a quienes siempre inspiré amor y respeto hacia Dios, intenté rehacer mi vida con una nueva pareja en busca de aquello que se espera, “amor y estabilidad”, fue en otra ciudad en otras condiciones; pero se hizo efímero. Dios, tenía otro propósito para mí bajo otras condiciones no lo que yo deseaba, sino lo que él creía prudente para mi vida y bajo crisis existencial luego de una ruptura sentimental… estaba destruida emocionalmente y se convirtió en un reto de renovación con Dios. Sólo me alentaba el Espíritu Santo y pedía a él que ayudara a superarme. De esta manera conoció lo que tanto anhelaba “mi corazón en ruinas” el verdadero amor, el amor a Dios – Padre, Hijo y Espíritu Santo. Iba a la Iglesia y estaba en transformación. El ministerio fue para mí de mucha ayuda a mi recuperación y conocimiento de Dios Jehová que me alentó, movió, dio fuerzas y me demostró que no decaía, que no cambié mis hábitos para estar en amor, sino ser amor… amor para otras personas que lo necesitan, para hablarles de aquel que cura todo y guía para la eternidad. Refresqué mi don, mi vocación de sanar, de hacer ver la luz a las almas desvalidas y carentes de fe. Pero…. Seguía en mí el deseo de amar a alguien y entregarle todo mi ser sintiendo ese calor de hogar. Y con el tiempo llegó y se quedará, lo lograremos en nombre de Dios. El desafío era contra la existencia misma. Pese a eso estuve un tiempo investigando donde más podía retomar mi aprendizaje y encontré la página del ILC, me inscribí y acá estoy para trasmitir a mi comunidad lo que sé de Jehová y su palabra. Versículo: Isaías 40:29 El fortalece al que está fatigado y acrecienta las fuerzas del que no tiene vigor. Cita: 2 de Pedro 5-10 Por eso pongan máximo empeño en incrementar su fe con la firmeza. La firmeza con el conocimiento, el conocimiento con el dominio de los instintos, éste con la constancia, la constancia con la piedad. La piedad con el amor fraterno y el amor fraterno con la caridad.