Compartimos en este espacio nuestra razón de ser en el ILC. Esperamos que al leer esto usted pueda sentirse bienvenido y animado en su llamado. Esperamos que le inspiremos confianza al grado de que se inscriba, se prepare y cumpla el llamado que Dios le ha hecho de bendecir a las naciones.
Desde que Jesús ascendió a la diestra del Padre y fue exaltado, nadie puede predecir el momento en el que el Espíritu Santo convencerá a alguien de pecado, juicio y justicia. Por eso, Dios Padre llama a su pueblo, lo llama para que cada uno sea un testigo del Evangelio de Jesucristo “hasta lo último de la Tierra.” La Iglesia acepta el llamado, pero tristemente a veces se retracta. A veces el pueblo de Dios se siente incapacitado para ser ese testigo. Se siente incapaz de predicar, enseñar o aconsejar sabiamente… correctamente. Ese sentimiento hace que el pueblo olvide su llamado y lo deje para unos cuantos, para aquellos que parecen tener credenciales o mayor autoridad. Ese es un problema que se repite en cada rincón del planeta.
En el Instituto de Líderes Cristianos hemos identificado ese problema y debilidad. ¡Tiene solución! La solución es preparar a toda esa multitud de hombres y mujeres dispuestos a aceptar el llamado de Dios. La preparación no debe ser compleja ni tampoco inalcanzable. Esa es la razón de ser del Instituto de Líderes Cristianos, el ILC.
Nuestra misión y visón es ofrecer a la Iglesia de habla hispana una preparación eficiente. Es decir, una preparación de alta calidad que sea accesible mediante cualquier dispositivo electrónico que la iglesia tenga a su alcance en cualquier momento. Además, de accesible y de alta calidad, esa preparación debe ser gratuita para que la ocupación mientras se prepara no sea financiera sino espiritual.
En el ILC creemos que cada hijo de Dios puede prepararse para ser testigo en su hogar, su vecindario, su lugar laboral, su comunidad y su país. Creemos que cada hijo de Dios puede ser un siervo que une sus fuerzas, talentos, experiencias, dones y ministerio con otros para edificar la Iglesia. Creemos que somos un Cuerpo en Cristo, nos ayudamos y edificamos unos a los otros. A nosotros en el ILC nos corresponde proveer educación ministerial a través de cursos gratuitos de Biblia, teología y ministerio. A otros les corresponde prepararse para estar completamente listos para responder a aquel que demanda razón de nuestra esperanza, para aquel que pide consuelo, para aquel que está perdido, para aquel que vive en tinieblas.
El ILC no somos un puñado de personas, somos un grupo numeroso de hermanos y hermanas que hemos unido. Algunos han contribuido tiempo, otros donaciones financieras, otros apoyo espiritual, otros orientación, otros estudios académicos, otros experiencia ministerial. Así todos juntos hemos formado el ILC dando la gloria a Dios en todo.
En el ILC tenemos un inmneso agradecimiento a Dios por darnos esta misión y ser parte activa del crecimiento y madurez de la Iglesia. También agradecemos la provisión financiera que nos llega mediante donaciones de fundaciones (60%) y mediante donaciones de estudiantes u otros donantes (40%). Agradecemos a cada uno de los estudiantes inscritos que se esfuerza diariamente para tomar sus cursos, para estudiar y para concluir con éxito su meta definida.
Estas bendiciones y estos agradecimientos son nuestra razón de ser.
Si quiere saber más del ILC, lo invitamos a navegar en esta página web. Puede leer sobre los testimonios de los estudiantes, la historia del ILC, el staff y la facultad académica, los cursos y demás información disponible.
Que la gracia y la paz de nuestro Señor Jesucristo estén siempre con usted.
¡Bendiciones!
El Espíritu le dijo a Felipe: «Acércate y júntate a ese carro.» Cuando Felipe se acercó y lo oyó leer al profeta Isaías, le preguntó: «¿Entiendes lo que lees?» El etíope le respondió: «¿Y cómo voy a entender, si nadie me enseña?» Y le rogó a Felipe que subiera al carro y se sentara con él.
Hechos 8:29-31