Nuestro Corazón se Estremece
Hoy y siempre nuestro corazón se estremece al escuchar el testimonio de cada estudiante del ILC. Agradecemos a Dios que nos permite saber más de los estudiantes, su testimonio nos anima a seguir adelante.
Nací en una familia que no conocían al Señor somos 11 hermanos, mi padres vivían en una ciudad llamada Mendoza en Argentina, ellos vieron que la situación económica estaba difícil así que nos mudamos a Buenos Aires, creyendo que les iba a ir mejor. Pero no fue así, estábamos arrendando un departamento pero la plata no alcanzaba, teníamos que salir de ahí, fuimos a una fábrica abandonada a vivir, pero no fuimos los únicos, muchas personas de diferentes países fueron también, habían peruanos, bolivianos, paraguayos. Muchos de ellos eran traficantes así que desde niños crecimos en un ambiente donde lo que aprendimos era a defendernos ya que los hijos de estas personas eran incitados a hacer así.
Mi padre conoció malas personas que lo llevaron a ser un alcohólico y un día pasado de alcohol intento abusar sexualmente de unas de mis hermanas, ese día fue detenido. Yo vi como lo esposaban y lo llevaban detenido. Luego de un tiempo el gobierno comenzó a dar terrenos para vivienda a mucha gente para terminar con la delincuencia que salía de este lugar. Yo tenía 7 años cuando comenzamos a vivir en este nuevo lugar diferente, sin miedos de salir afuera, pero en mi corazón sólo había odio, odiaba a los niños y buscaba pelear con los que me encontrara en el camino.
Un día vi un gran grupo, todos riendo y cantando, me dio mucho coraje así que les lanzaba piedras y me escondía. Un día el joven que llevaba a todos esos niños me invitó y fui. Me dijo: Vamos a la escuelita. Cuando llegamos lo primero que me impactó fue el abrazo que me dieron. Fue tan lindo que seguí asistiendo aunque no entendía los mensajes de la Biblia.
Un día hicieron una actividad deportiva donde un niño me empujó, así que reaccioné como había aprendido tanto tiempo: Le pegué, lo insulté, etc. Me iba a ir a mi casa cundo el líder me dijo quédate escucha la historia y después si quieres te vas. Ahí fue donde todo cambió.
Este joven habló del Cielo como un lugar increíble, pero no todos podían ir porque existía un problema llamado pecado. Dijo que pecado es pelear, insultar, tener malos pensamientos, lo cual me sentí muy identificado por lo que había hecho hacía un momento atrás. Luego añadió, a pesar de que sos pecador hay alguien que te ama y te quiere limpiar de todos tus pecados su Nombre es Jesús. Ese día lo recibí como mi Salvador. A pesar del tamaño de mi familia nunca me habían dicho que me AMABAN, esto cautivó mi corazón.
A la edad de mis 18 años estaba con unos jóvenes los cuales estaban en un tiempo de crisis con algunos problemas ellos me contaban todo pero yo no sabía como ayudarles con la Biblia. Sólo los abrazaba y lloraba con ellos. Un año más tarde Dios tocó mi corazón, y me llamó a prepararme fui a un instituto, donde conocí a mi esposa hoy tenemos 3 años de casados y tenemos un hijo.
Dios me esta llamando al ministerio pastoral y no tenemos los recursos para pagar un seminario o algo que me ayude a mi preparación, busque y di con ILC, y Dios puso paz al ver lo que ofrecen y como están constituidos, fue muy bueno yo he comenzado a ver algunas materias y le comparto a mi esposa es una bendición.
Estamos viviendo y sirviendo en Ecuador, pero nuestro deseo es ir a servir a Argentina. Por eso el deseo de prepararme bien conociendo las Sagradas Escritura. Los he recomendado con algunas personas que también están buscando como poder prepararse para la mies del Señor, se que Dios los va a utilizar para bendecir la vida de muchos siervos, gracias por lo que hacen, el Señor los siga utilizando.