Predicar el Mensaje de Salvación

¡Predicar el Mensaje de Salvación! Hasta hace poco solía ser una persona diferente a la que soy hoy; era una persona que vivía una vida muy oscura y desesperanzadora. En la universidad era muy popular, creía que tenía todo a mis pies.

Hice mucho daño a las personas. Con el tiempo, ésto me llevó a cargar mucha culpa, lo que me causó una depresión intensa guiándome muchas veces a centros psiquiátricos porque no tenía interés en vivir.

Si se vuelven al Señor, sus hermanos y sus hijos serán tratados con benevolencia por aquellos que los tienen cautivos, y podrán regresar a esta tierra. El Señor su Dios es compasivo y misericordioso. Si ustedes se vuelven a él, jamás los abandonará. (2 Crónicas 30:9)

Atenté muchas veces contra mi vida y la última vez que lo hice, después de haber sobrevivido, cuando ya no tenía esperanzas y después de una larga recuperación, en el hospital decidí servir a Dios; al Dios en el que antes no creía y hacía burla.

Empecé a estudiar las Escrituras, pero se me volvió difícil comprenderlas. Pero Dios me ha guiado hasta hoy. Cada día salgo a predicar el Mensaje de Salvación, para que muchos puedan salir de la densa oscuridad de la que un día yo salí.

Por la misericordia de Dios y para Su Gloria hoy puedo decir que soy una nueva persona.