Pruebas de Fe
Pruebas de Fe

Cuando miramos hacia atrás en nuestra vida podemos identificar las pruebas de fe que experimentamos. A veces aprobamos y a veces reprobamos. A todos nos pasa. Pero cuando aprobamos, Dios nos llama para ayudar a otros a que también aprueben las pruebas de fe. Esas pruebas son cuando las dificultades de la vida nos quieren convencer de que Dios no existe o que no nos ama. No dejemos que nadie más crea esa mentira. Preparémonos para ayudar a otros en sus pruebas de fe. Te esperamos en el ILC.

Conocí de Cristo en el año 1997 cuando estaba estudiando en la universidad en Barranquilla Atlántico tuve un novio quede embarazada pero mi bebé falleció al año y medio de nacida para mí eso fue un golpe contundente sentí soledad tristeza amargura deseo de suicidarme pero el Señor colocó una persona que me llevó a conocerlo y me enamoré de Dios y de cada cosa que el hacía en mi vida, sentí el deseo de devorar su palabra y compartirla; pero el tiempo de la universidad no me permitió seguir estudiando en el instituto biblico, así que me enfríe y regresé nuevamente al mundo a los jolgorios de las fiestas de Barranquilla participando en cumbiamba, fiestas, pero sentía una felicidad que busqué en mi propia fuerza y me fue peor cuando quise buscarle de nuevo estaba caída en el lodo y a pesar de ello me levanto nuevamente pero continue estando una parte en la iglesia y otra parte en el mundo, le suplicaba que por favor me sacara y me dejara servirle sólo a el, en el 2013 trabajando empecé a presentar síntomas de esclerosis múltiple, una enfermedad degenerativa del cerebro que no tiene recuperación y que la persona que la tiene simplemente llega a la muerte, nuevamente estándo en urgencias hice mi oración pidiendo perdón y recibiendole como mi único Señor y Salvador y prometiéndole que si me ayudaba ya no trabajaría para el mundo sino solamente a él le daría la gloria, esa noche de 11 de septiembre del 2013 a las 2 de la mañana me dio un paro respiratorio estándo hospitalizada en cuidados intensivos y los médicos se asombraron porque el paro revirtió sólo no necesite masajes de reanimación, ni ventilación para mí fue como un sueño, a este momento mi cuerpo ya se había paralizado de abajo hacia arriba desde mis pies hasta la parte de mis costillas falsas no lo sentía no podía caminar respiraba con oxígeno no podía mover las piernas; pero la misericordia de Dios se movió a mi favor y todo lo que los médicos decían que yo no podría hacer lo he hecho yo recibí de parte de él la palabra de restitución que en algún momento recibió Mefiboset de parte del rey David y así el Señor me ha ido dando las cosas, me dio como esposo un hijo suyo el cual me ha apoyado en todas las cosas qué he necesitado no le importó el diagnóstico de muerte que me tenía el mundo porque vio todo lo que Dios había hecho en mí… Nos casamos por lo civil y por la iglesia el señor en oración me mostró mi vestido de novia y me hizo colocar velo en mi cabeza porque era una princesa suya la que iba al altar y su hijo tenía que ser honrado al mismo tiempo en mi esposo; no me daban 24 horas de vida cuando estuve en cuidado intensivo y aquí estoy todavía sirviéndole a Cristo me dijeron que no iba a conseguir un esposo y mi Abba padre me lo dio me dijeron que no iba a poder salir sola que tenía que estar siempre asistida pero yo soy la que asisto a otros cuando me lo piden y la que acompañó a otros para que conozcan a Cristo, Dios me ha dado vida para él y le doy gracias por el esposo que me dio, siempre anhele aprender adorarlo y mi esposo me pagó una carrera en la academia de artes ingenium de la universidad CUDES en Cali donde vivimos y el 21 de diciembre del 2019 me gradué como líder de alabanza y salmista para Cristo, pero aún tenía el deseo de seguir estudiando la palabra de Dios para poder explicarla y darle alimento de esta deliciosa leche que Dios me ha dado a mí pregunte en las universidades sobre teología y los costos son altísimos por eso sé que Dios está metido en medio de éste instituto en el cual estoy aprendiendo cómo servirle de una manera diferente tanto con mi alabanza cómo compartiendo a los demás su salvación.