Recordar el Perdón
Cuán importante es recordar el perdón que Cristo nos concede para valorarlo más y más, para compartirlo en nuestro ministerio pues ese ese el Evangelio de Jesucristo.
Me da mucho gozo el poder compartir mi testimonio con mis hermanos, amigos, lideres, etc. que pueda ayudarles en este camino con nuestro Dios y Señor Jesucristo. Mi nombre es Henry, nací el 18 de febrero de 1982 en un pequeño poblado de departamento de Santa Ana en el país de El Salvador, Centro América. Mi madre me tuvo cuando ella tenía 18 años de edad, batalló mucho para sacarme adelante. Éramos una familia de escasos recursos; pero contra viento y marea me sacó adelante.
En el 1989 nació mi hermana de diferente padre, cuando mi madre se junta con el papá de mi hermana; sufrí mucha violencia doméstica mí en el hogar, golpes y maltratos eran pan de cada día. En el 1991 mi abuela que vivía en los Estados Unidos mandó a su hermana por mí para que yo pudiera ir a los Estados Unidos y mi madre viendo la oportunidad viajó conmigo y mi hermana hacia los Estados Unidos, fue una travesía muy peligrosa y con muchos retos pudimos llegar a los Estados Unidos; mi madre siempre con muchos retos logró sacarme a mí a mi hermana adelante, a mediados de los ´90 mi madre se juntó con otro hombre para poder tener un poco más de apoyo financieramente.
Yo a mis 15 años de edad no sabía lo que Dios tendría para mi vida, no fui un muchacho de la calle, no me gustaba andar en fiestas, no sabía lo que era un vicio. La única situación que llegó a mi vida por la cual todavía tengo tentaciones que he logrado pasar fue la pornografía. Mi padrastro que para es mi padre porque es el que me adoptó como su hijo y me ha tratado hasta el día de hoy así, un día me invitó un día al trabajo con él; su trabajo era manejar tráiler y a mí me encantó, aprendí a manejarlo muy bien.
En una ocasión cuando el sale del tráiler a una tienda me quedé como dormido y luego de que cerrara la puerta mire una televisión pequeña y en cuanto pude busqué películas para ver una, en cuanto la encendí salieron unas imágenes nuevas para mí de pornografía; desde ese momento mi curiosidad y problema inicio, eso gracias a Dios no más fue algo de ver videos en internet, pero no pasó a tener relaciones sexuales con personas.
A los 17 años en mi segundo grado de high school en mi grado había una compañera de clase que se vestía medio raro, falda larga, blusa un poco grande y no usaba maquillaje como otras niñas; en una ocasión que empezábamos a compartir con otros ella se me acercó y empezamos a platicar, me invito a su iglesia. Yo la verdad no sabía y ni tenía nada de ganas de ir a ninguna iglesia, sabía que mi padre había sido misionero antes en México; mi madre nunca nos inculcó nada religioso, pues la verdad ya me tenía cansado de tanto que me invitaba y sólo por darle gusto decidí un día decirle que sí.
La primera vez que asistí a una iglesia me sentí raro y como que no quería estar ahí, luego la niña siguió invitándome y seguí yendo pues dije no tengo nada que perder; en poco tiempo me entregué a Jesús a finales del 1997, luego llegó mi madre a los pies de Jesús y poco después mi padre se reconcilió. A los meses me bauticé y se bautizó mi madre y para terminar mis padres se casaron por la iglesia y por lo civil afirmando a Dios en nuestras vidas, la iglesia donde nos congregamos era unitaria y solo creían en Jesús; no profesaban la trinidad y pues mi padre sabio de doctrina, luego buscamos en donde congregarnos en una iglesia con la sana doctrina. Después de alrededor de un año con nos congregamos en la iglesia unitaria.
Luego Dios nos llevó a una iglesia a través de un amigo de mi padre en la ciudad de Bell Gardens en el condado de Los Ángeles, ahí fue donde gracias a su gran misericordia pude servirle a Dios en la música, como líder de Jóvenes, maestro de Escuela Dominical y también pude predicar su Palabra; fue una etapa muy bonita donde pude conocer bien a mi Dios que hasta el día de hoy me ha ayudado a no dudar de su existencia en nuestras vidas. Después de varios años de servir a Dios en la iglesia de Bell Gardens, por motivos de que las pruebas empezaron a llegar a la iglesia al punto de que llego a una división sentimos de parte de Dios el no asistir más ya que no estábamos siendo nutridos con Palabra.
Hasta este punto en mi vida como joven pude sentir la Palabra de Dios como había sellado mi vida de una manera palpable; textos y pasajes bíblicos que había podido aprender y estudiado como memorizado me ayudarían en mi caminar como joven, unos de los textos que marcó mi vida es Salmos 119:105 lo cual su Palabra me a aguardado en mi caminar, un pasaje hermoso que me dio mucha fuerza es también Salmos 23 y Salmos 91.
También he practicado leer Proverbios y tiene mucha sabiduría y como pasar por alto los textos hermosos de los evangelios, Juan 3:16 ha sido mi estandarte para mi vida en una gran manera; los consejos de Pablo etc. creo que poder hablar de su Palabra y me emociona cuando lo hago pues sus palabras de Jesús son vida, es todo para mí.
Luego de dejar la iglesia de Bell Gardens, mi padre comenzó una obra muy hermosa en la ciudad de Long Beach llamada Monte de Sion; pude servir a Dios y ayudar a mi padre en lo que pude, la iglesia floreció, pero al pasar de unos años creo que como pastor mi padre perdió la visión y no hubo crecimiento. Se perdió el enfoque y no pude trabajar ya con mi Padre, en el 2006 conocí a la que es mi esposa y me casé con ella en julio del 2007, recién casado decidí congregarme en la iglesia Emmanuel en la ciudad de Paramount donde pude servir en la música.
En mi vida espiritual sentí un bajón muy grave, empecé a cansarme de servir y no ser nutrido, comencé a perder la sensibilidad al Espíritu Santo. Me sentía básico y aun dirigiendo la alabanza en la iglesia, pero me sentía seco por dentro; comencé a mirar pornografía más seguido a escondidas de mi esposa, me alejé de su presencia y caí muy bajo y muy lejos de su presencia. Cometí un grave error en mi trabajo, robé dinero en varias oportunidades en consecuencia perdí mi trabajo; ya tenía mi primera niña nacido en el 2008 y me encontraba muy angustiado pues corría el riesgo de ir a la cárcel y ser deportado de Estados Unidos.
A través de un hermano en Cristo mire la única salida de viajar a Canadá, manejé con mi esposa y mi niña hasta New York; con la intención de empezar una nueva vida. Entramos a Canadá en septiembre del 2010, tramitamos un caso de refugio ya que las familias del lado de mi esposa sufrieron riesgos de vida por las maras en El Salvador; mis suegritos nos siguieron y llegaron a Canadá 4 meses después sobre el mismo caso de refugio, y empezamos una estadía temporal en Canadá ya el caso fue negado y salimos en mayo del 2014 hacia el Salvador.
Dios siempre nos mostró su mano en Canadá ya que servimos en una iglesia canadiense y a través de varios milagros, pero Canadá no estaba en nuestros planes que Dios tenia para nosotros. En el Salvador un país que yo no conocía pues salí cuando tenía 8 años, pasé muchos peligros salía a trabajar, pero nunca sabía si iba a regresar; nos congregamos en una iglesia y serví en la música, gracias a Dios nunca nos dejamos de congregar. Mi niña nacida en Canadá se me enfermó fuertemente que casi la pierdo, pero Dios no lo permitió y le estoy agradecido por su milagro, aunque pasó hospitalizada 3 noches se recuperó de una infección de parásitos en su estómago.
Mirando que mis hijas corrían peligro ya que eran extranjeras y hablando solo inglés, empezaron a llamar la atención y la verdad temía que me las secuestraran; Dios siempre nos hizo invisibles pues vivíamos en la Capital de San Salvador. Gracias a Dios salimos en septiembre del 2015 hacia México Baja California, llegamos a la casa de familia que vive en Baja California; gracias a Dios hasta el día de hoy somos residentes ya que Dios nos permitió a mí a mi esposa nuestra tercera princesa nacida en Abril del 2018, tengo un trabajo que me permite pagar renta y las utilidades.
Gracias a Dios puedo cantar victoria con la debilidad más grande pues ya no tengo ni siento necesidad de involucrarme con ello de ver o mirar nada, en la etapa que estoy en mi vida, lo único que necesito es de poder encontrarme en Cristo, y saber dónde él me quiere sirviendo el resto de mis días.
Creo que ILC me puede ayudar a tener más conocimiento de la Biblia y de Cristo para poder servirle en la obra, creo que Cristo tiene un plan y está comenzando la preparación para poder usarme en los planes que Él tiene para mí; ILC es una de las herramientas que Dios está usando en mi vida, siento emoción por saber que Dios tiene para mí. No tengo ninguna iglesia donde me estoy congregando, estamos con mi esposa para saber en qué lugar nos quiero sirviendo. ¡Estoy en las manos de mi Dios! ¡Aleluya! ¡Amén!