Salvar Vidas
Nuestro Señor Jesucristo vino para salvar vidas de todo aquel que cree en él. Ahora a nosotros nos corresponde aprender todo sobre el sacrificio que hizo para salvar vidas y llevar ese mensaje de salvación. No dejemos de prepararnos para salvación de niños, jóvenes, adultos y ancianos. Preparémonos.
Hola hermanos, los saludo en la paz y amor de nuestro señor Jesús. Cuando era niña en mi casa comenzaron muchos pleitos entre mamá y papá, para ellos pelear era lo más importante, sin darse cuenta que de alguna manera eso afectaba mi vida. Cuando tenía 14 años me puse mal, me sentía triste, muy vacía todo el tiempo, entonces no supe buscar ayuda y comencé a tomar alcohol para olvidarme de mi vida aunque sea por un instante. Al terminar mi bachillerato me fui a estudiar una carrera lejos de mi hogar. Fue allá donde conocí al Señor. Ya las cosas estaban cambiando para bien a mi vida. Mi hermana al año también conoció a Jesucristo. Pero mi vida donde me congregaba, era casi normal, me llevaron a una vida sin propósito, aunque me enseñaron a creer en Jesús, me llevaron a una vida de obras, a caerme y levantarme y así sucesivamente. Creí que eso era todo sin saber que Dios me ofrecía más, que había un plan para mi vida, no había una plenitud de CRISTO en mí. Me casé con mi novio de años, sinceramente el amor de mi vida, tuve un hijo, yo pensé que era la mujer más feliz del mundo, decía: tengo a Dios, a mi familia, no necesito más. Pero a los cinco años de casada, terminando mi carrera en la universidad, mi hijo teniendo 2 años de edad, pasó algo que marcó mi vida, el Señor se llevó a mi esposo y yo con tan solo 24 años de edad quedé viuda. Mi mente quedó en blanco, no comprendí nada pero aun así seguía refugiada en Dios y él me fortalecía. Mis planes se vinieron abajo, me encontraba como en medio de un gran océano, sin saber que seguía, allí fue donde mi vida comenzó a depender completamente de Dios. Con la dirección de Dios y el apoyo de mi familia, regresé al lugar donde nací y he aprendido a conocer como es realmente Dios. Estoy sirviendo en su obra, en un ministerio como maestra de adolescentes, también en el ministerio juvenil, trabajando para traer jóvenes al Señor y cumplir con su mandato Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones. Para honra de su nombre, ahora tengo la firmeza de que Él está conmigo, que es mi padre y le veré cara a cara en la eternidad, cuando se termine el propósito que El depositó en mi vida y en este reino, ya que fui trasladado del reino de las tinieblas al reino de su amado hijo. Ha sido grandiosa la experiencia y mi nueva vida en Cristo. Bendiciones. Conocí ILC gracias a un hermano en Cristo que ha recibido mucho preparación de allí , me lo recomendó porque ha sido muy útil en su ministerio y creo que también lo será en mi vida ,me facilitará las herramientas necesarias a fin de desarrollarme y equiparme en teología balanceada y práctica.