Testimonio Carlos Colmenarez
Buenas tarde mis amados hermanos en la Fe, mi nombre es Carlos Antonio Colmenarez Zambrano, soy de Nacionalidad Venezolana, residenciado en la ciudad de Carrizal Estado Miranda, soy de estado civil casado con 3 hijos. Pertenezco a la congregación Casa de Oración ubicado en Los Teques Estado Miranda, donde me desempeño en el ministerio de maestros, durante años he tenido la oportunidad de estudiar la Palabra de Dios sin lograr tener los resultados esperados. Siempre he sentido la necesidad de estudiar y escudriñar las escrituras más allá de lo convencional, he sentido la imperiosa necesidad de saber más para ayudar más, además de cumplir con el mandato de nuestro Señor Jesucristo de llevar las buenas nuevas del evangelio a todas las personas, comencé con mi familia consanguínea directa de la cual en su mayoría pertenecen al Cuerpo de Cristo. Aunque he tenido la oportunidad de estudiar en institutos bíblicos, no he podido culminar por razones de tiempo, ya que para el momento los estudios eran de noche y me quedaba lejos de mi residencia, pero ahora puedo lograr mis sueños a través de esta plataforma virtual en la que el ILC (Instituto para Lideres Cristianos), bajo esta visión amplia y ajustada a la tecnología me brinda la posibilidad de aprender desde un punto de vista Teológico Bíblico y Sistemático el conocimiento que tanto he anhelado para poder crecer, ejercer y ayudar en la hermosa obra de nuestro gran Salvador, como lo es el Cuerpo de Cristo (la iglesia). Estos conocimientos aplicados, me llevaran a poder madurar bajo un mejor concepto teológico y como Maestro Bíblico de la Congregación a la que asisto, podre aplicarlo y así que muchos de mis amados hermanos puedan ser beneficiado de lo que ustedes me van a impartir. Para finalizar, para mi es difícil escoger de toda la Palabra de Dios un versículo específico como favorito, pero podría mencionar Efesios 4.2-3 “con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor; solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.” RV1960.