Llamado con un Propósito
El Señor de la curación
Mi nombre es Fatima. Acepté a Cristo en el 1998. Tengo 44 años y tengo 2 hijos, barón y mujer ya casados de los cuales tengo 2 nietos. Estoy muy contenta de poder estudiar en ILC. Este es mi testimonio de cómo el Señor me sanó y aprendí que soy llamado con un propósito.
En el 2015 me casé por la iglesia y enseguida empecé a enfermar me daba un dolor en la garganta como si tuviera enterrada una astilla. Mi confianza siempre estuvo en Dios, oraba, ayunaba, le pedía a Dios sanidad pues no quería ir al doctor pero Dios no hacía la obra.
Yo no entendía por que si Dios tiene poder y así pasaba el tiempo y se agravaba mi condición pasaron meses y decidí ir al doctor, a un similares me encontraron bronquios. Me dieron medicamento y si me ayudó pero no del todo y como no mejore fui al hospital general igual. Me dieron para bronquios y nada y así anduve seguí mal ya no fui al hospital general. Fui al IMSS y me internaron dure 3 días en urgencias y no me pasaban a piso por que no había cama yo ya batallaba para respirar y como no había mejoría mi esposo me sacó de ahí me llevo a otro hospital particular y tampoco mejoraba al contrario empeoraba. Fui a otro particular estuve una semana internada y no mejoré tampoco.
Me saco mi esposo y me llevo a otro hospital particular y ahí estuve internada varios días. Ahí me detectaron seudomonas berrugosas. Cuando me dio los resultados del laboratorio la doctora me dijo que si tenía seguro social me atendiera allá por que salía muy caro. el hospital y la enfermedad está tardaba en sanar me dijo que iba a estar bien que estaba joven que iba a tardar un año en sanar que iba a quedar muy flaquita pero que iba a salir adelante, pero ya era mucho sufrir. No podía respirar batallaba para comer o respiraba ni tampoco llorar.
Oraba en mi mente y en mi corazón dure mucho tiempo sin poder dormir bien. Era muy doloroso el no poder respirar por mucho tiempo. Mi cama fue un sillón. Ya que casi no dormía, volví a ir al hospital general me internaron. Ya iba con un diagnóstico y de paso me detectaron fibrosis quística. Yo pedía que me entubaran porque de repente me faltaba el aire.
Por completo sentía que era el final. Pedí oración por teléfono a unos pastores y me visitaban 2 siervas de Dios y me dijeron lo mismo, que Dios ya había echo la obra pero que iba a ser lento. A mi me daban baños de esponja en la cama. No podía caminar. Me daban terapia para que volviera a sentir mis piernas. Siempre tenía que estar algún familiar conmigo para que me aseara y lo que decían los doctores a mi esposo que se preparara para lo peor pero yo no sabía eso mi confianza estaba en Dios.
A mi me vio un doctor que es dermatólogo. Yo necesitaba un neumólogo. Yo se que Dios lo puso en mi camino. Me llevaron la máquina para entubar pero este doctor no quiso dijo que era muy joven entubarme era como matarme. Fue lo que el dijo y me dijo te voy a poner dosis de caballo de cada medicamento que me ponía en la vena. Era triple. Eran varios medicamentos en la vena y otros tomándos como 12 en total. Más al triple estando ahí internada Dios me dio un sueño lo vi sentado en una silla con coderas sus brazos en cada una con una túnica blanca. Era tan fuerte el resplandor, su rostro era como sol. No lo podía ver. Había una puerta, estaba una niña y un niño yo tengo 2 hijos hombre y mujer. No se si después de ese sueño, no recuerdo bien, sería mentirosa me sentí mejor yo en todo este proceso yo sabía que lo tenía que pasar.
Hay una hija en Cristo que es como mi hija ella me dijo dice el espíritu santo que ya este fin de semana tiene que irse de aquí yo si de pronto dije aún no puedo respirar pero si es la voluntad de Dios me deje llevar y confíe, cuando me tocó la visita del doctor me dijo ya la vamos a dar de alta este fin de semana era la semana que había dicho el espíritu santo y así fue.
Me dieron de alta con un tanque de oxígeno estacionario otro de carrito y otro de luz estuve internada como mes 1/2 y la rehabilitación fue lenta tarde como un año en estar al 100. El honor y la gloria sea para Dios por este motivo anhelo aprender la palabra de Dios para poder predicar o enseñar a otros el camino de Dios, si Dios me levanto fue con un propósito.
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