Nacer de Nuevo por Su Gracia

Mi historia con Dios comienza muy temprano en mi niñez; mis Padres me hicieron conocer de Dios y luego en mi adolescencia estuve muy apegado a sus principios. Cuando entré a la universidad mis padres se divorciaron y como acto de rebeldía me fui alejando cada vez más de Dios y de Su Palabra.

Esto fue aprovechado por Satanás, quien me llevó en mi juventud por muchos malos caminos, estuve tibio durante muchos años; regresaba a Dios y me alejaba nuevamente para ir al mundo.

Pero he vuelto a nacer de nuevo por Su Gracia y a la Sangre de Jesús. Al comenzar la pandemia algo dentro de mi se activó; entré en Su Presencia y todo dentro de mi cambió como nunca antes; lo sentí y lo busqué desesperadamente.

«Estudiaré tus mandamientos y reflexionaré sobre tus caminos. Me deleitaré en tus decretos y no olvidaré tu palabra» (Salmos 119:15-16 NTV).

Comencé a leer Su Palabra de día y de noche; a orar de verdad y alabarlo de verdad. Tener una relación que hace mucho tiempo no lo había sentido; gloria a nuestro Dios Todopoderoso.

Desde ahí en adelante Dios me ha echo crecer en su Espíritu y cada día me deleito en Su Presencia y en Su Palabra. He sentido el llamado de servirle para gloria y honra a Él a través del ministerio que tiene preparado para mi. Oré a Dios para que me guiara en este proceso e inmediatamente encontré a esta hermosa familia que es el Instituto de Líderes Cristianos, estoy muy agradecido con Dios.