Servir en una Misión

Escribiré solo sobre mi conversión porque no soy parte de ningún ministerio. Estoy terminando la carrera de Trabajo Social, por esto mi desafío de estudiar está en dividir el tiempo entre el del curso y la carrera, pero la ventaja es que este año ambos procesos los llevo de manera virtual.

Mi familia es católica, tengo dos hermanos. Después de búsqueda de respuestas por un sentido espiritual, conocí a Cristo al ir a una iglesia cristiana alrededor de mis 25 años. El pastor realizó la oración final y pidió que quienes la hicieran se acercarán y yo no dude en hacerlo.

Incluso, un día antes de ir a la iglesia estuve buscando en Internet un tema sobre los principios en la vida y me dije que quería conocer más sobre eso. Luego busqué una iglesia en Internet para ir y me impactó que la serie de esa semana era sobre los principios. Sin duda lo tomé como una señal de lo Alto.

«En cambio, crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea toda la gloria ahora y para siempre! Amén» (2 Pedro 3:18 NTV).

El curso lo voy a utilizar para el crecimiento de mi relación con Dios con el anhelo de que algún día otras personas aprendan a través de mí. La beca será de gran utilidad, pues hace un tiempo ha nacido en mi la idea de servir en una misión; me gusta mucho hacer viajes largos y que mejor manera que combinarlo con mi mayor pasión, Dios.

Decidí buscar cursos para prepararme a través de Internet y encontré el Instituto de Líderes Cristianos. Tengo el anhelo de crecer en mi relación y conocimiento de Dios, por lo tanto, sé que hacer estos cursos es una manera muy conveniente para lograr prepararme. Para mí es muy importante alimentar y edificar el espíritu.

Identifico la necesidad profunda de transformar ciertas áreas de mi vida, las cuales están siendo grandes desafíos por haber vivido prácticamente toda mi vida sin haber conocido a Cristo. Aunque pertenezco a una Iglesia, el proceso lo estoy llevando sola, lo cual hace el desafío todavía más difícil.