De oídas te había oido
De oídas te había oído
Aunque no publiqué mi foto, quiero compartir mi testimonio de cómo ahora le digo al Señor que de oídas te había oido. Mi nombre es Esmeralda Robles, tengo 24 años de edad, durante toda mi niñez oí acerca de Dios. Sin embargo no fue hasta hace 2 años atrás que realmente conocí a Jesús en una relación. Su misericordia me alcanzo después de haberme casado y encontrándome en una condición de depresión profunda en donde no encontraba salida, ni opciones. Desde pequeña siempre he tenido un deseo por servir a Dios, lo que aprendía en las escuelita bíblica para niños lo compartía con los niños de mi colonia, desde entonces se que la paciencia y la misericordia de Dios me apartaron como hija amada brindándome de su gracia hasta el día de hoy.
Anteriormente al encontrarme en una condición de depresión intenté buscar ayuda por medios cristianos en consejería vía online, ya que actualmente vivo en una región rural en México, donde difícilmente podría encontrar ese tipo de apoyo presencialmente.
Fue entonces que sentí ese llamado en mi corazón por ayudar a mi prójimo, de compartir con otros que también decían «de oídas te había oido. Ya que al igual que yo, hay muchos que en algún momento dado en nuestras vidas necesitamos el consejo para poder sobrellevar una situación, y yo no deseaba el consejo de personas seculares si no que deseaba que por medio de una persona cristiana, Dios pudiera hablarme y ayudarme y es por eso que después de haber pasado por un largo proceso en donde Dios a ido tratando mi vida, restaurando y renovando mi mente, me atreví a buscar preparación para poder cursar y estudiar las bases para poder aconsejar desde una perspectiva bíblica y ayudar a mi prójimo.
Quiero poder esa persona en donde Dios me usé para llevar su palabra a todas las personas de mi alrededor y así guiar a los demás como una vez yo necesite de que alguien me guiara nuevamente hacia Dios y sus propósitos. En medio de esta búsqueda encontré ILC, del cual estoy contenta de poder ser parte de esta comunidad. Una beca en el Instituto de Líderes Cristianos será de gran ayuda, ya que actualmente como madre de dos niños pequeños y ama de hogar no cuento con el ingreso económico suficientes para poder pagar una colegiatura mensual.
Yo conozco que todo lo puedes,
Y que no hay pensamiento que se esconda de ti.
3 ¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento?
Por tanto, yo hablaba lo que no entendía;
Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía.
4 Oye, te ruego, y hablaré;
Te preguntaré, y tú me enseñarás.
5 De oídas te había oído;
Mas ahora mis ojos te ven.
6 Por tanto me aborrezco,
Y me arrepiento en polvo y ceniza.