Camino de Luz
Estoy convencida que Cristo es la razón de amor para permanecer en esta tierra y quiero llevar su mensaje eterno a las almas heridas y perdidas. Mi nombre es Luz Mery Enciso Quevedo, nací en los llanos colombianos. Estoy casada hace 30 años, tengo tres hijos adultos. Acepté al Señor Jesús en mi corazón en enero del año 2004, en medio de una crisis en mi matrimonio; mi esposo se había ido de casa con otra mujer y yo con tres niños pequeños perdí el norte de mi existencia, a pesar de tener un buen empleo, sentía que mi vida se había derrumbado. En medio de mi dolor una familiar me habló de una iglesia y allí el pastor me guio en la oración de entrega a Cristo, ese día sentí en mi corazón la paz que sobre pasa todo entendimiento y de la mano de Jesús inicié el largo camino del perdón y restauración de mi matrimonio. Por su infinita bondad y gracia Dios nos devolvió a mi esposo. Llevo 20 años caminando con Jesús. El transformó la vida de mi familia. Actualmente los cinco servimos al Señor en la iglesia El Lugar de Su Presencia en Bogotá donde nos congregamos. En el año 2006 el Espíritu Santo me habló de mi llamado a servirlo en: ISAIAS 61:1-3 NVI El Espíritu del SEÑOR y Dios está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar libertad a los cautivos y la liberación de los prisioneros, 2 a pregonar el año del favor del SEÑOR y el día de la venganza de nuestro Dios, a consolar a todos los que están de duelo 3 y a confortar a los dolientes de Sión. Por 18 años he servido al Señor como Intercesora Profética apoyando a mi iglesia y a otros ministerios en Colombia. Desde diciembre del año pasado el Señor me está llamando a predicar el evangelio a los perdidos en los llanos colombianos, hice una pequeña reunión en una comunidad rural, pero sentí que me falta preparación para este tipo de misión, así que busqué en internet cursos gratuitos y encontré el ILC. Muchas gracias por la oportunidad para prepararme para realizar evangelismo en los llanos colombianos que son azotados por la violencia que aún sufre mi país. Dios les bendice.