Estudios Bíblicos para Grupos: Jesús Pasó su Tiempo...

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Como cada primer  jueves del mes, en esta ocasión el ILC presenta la Serie de Estudios Bíblicos: El Paso del Tiempo. Con este material nuestros estudiantes pueden dirigir un estudio bíblico para tener 5 sesiones de estudios bíblicos. El material es original, dinámico y relevante. Se concentra en un sólo pasaje cada semana y se estudia un mismo tema en cada serie. Cada estudio bíblico consta de 8 preguntas, 4 preguntas son inductivas para encontrar su respuesta en la Biblia y 4 preguntas son deductivas, para encontrar su respuesta en la práctica cotidiana de cada creyente.

Carácter de Cristo, el Mayor y el Primero 

Si estamos resueltos a seguir a Cristo sin duda nos pareceremos a él. Algo que podemos aprender en nuestro caminar en pos de sus pisadas es cómo nuestro Señor aprovechaba bien su tiempo. El hizo buen uso de las horas, las semanas y los años que pasó en esta Tierra. De su ejemplo podemos aprender cómo valorar mejor nuestro tiempo mientras nos parecemos más a él.

EL PASO DEL TIEMPO

Algo que todos hacemos al menos una vez al día es consultar el reloj. A veces aún antes de orar en la mañana la primera información que necesitamos es la hora. Con esa información tomamos decisiones, y con esas decisiones sabemos si hicimos o no hicimos buen uso del tiempo. Estudiemos qué dice la Biblia sobre cómo planear y aprovechar bien el tiempo que Dios nos da y que pasa sin detenerse. 

I. Jesús Pasó el Tiempo Enseñando

Todos esperamos algo. Esperamos una fecha, una noticia, un resultado, un logro, una demora, una persona, una cosa, y demás. El apóstol Juan escribió que Jesús esperó la hora de glorificar a su Padre con su muerte y resurrección (Juan 17). Pero mientras él esperaba pasó gran parte de ese tiempo enseñando. Leamos Lucas 2:41-52, Mateo 4:18-23 y 9:35-38.

1. ¿Qué enseñó Jesús?

2. ¿Qué necesitó hacer Jesús antes de enseñar?

3. ¿Qué tuvo que hacer Jesús para tener la oportunidad de enseñar?

4. ¿Qué hubiera pasado si Jesús se hubiera sentado sin hacer nada esperando la hora de glorificar a su Padre?

Enseñar es una de las mejores maneras de aprovechar el tiempo mientras esperamos. Cuando aprovechamos el tiempo enseñando a otros nos sentiremos menos frustrados si lo que esperamos no sucede. No significa que estamos llamados a enseñar sólo sobre el reino de Dios como Jesús lo hizo. Pero sí podemos buscar la manera de enseñar a otros lo bueno que sabemos, al hacerlo también enseñaremos sobre el reino de Dios. 

5. ¿Qué podría yo enseñar a otros? ¿Qué opinan los demás que yo podría enseñar en la iglesia, en el vecindario, con alguien más joven que yo?

6. ¿Qué necesito hacer para enseñar a otros? ¿Lo que espero impide que yo sea útil enseñando a otros?¿Qué excusas pongo para no querer enseñar a otros? 

7. ¿Necesito un aula para enseñar a otros en mi familia? ¿Necesito una educación formal para enseñar a otros en la iglesia? ¿Necesito leer mil libros para enseñar? ¿Qué tengo qué hacer para compartir con otros lo que yo sé hacer bien?

8. ¿Qué pasaría con mi iglesia, con mi vecindario y con mi prójimo si me propongo enseñar lo que sé hacer bien a otros mientras pasa el tiempo en mi vida? ¿Será eso desaprovechar o aprovechar el tiempo? ¿Por qué?

II. Jesús Pasó el Tiempo Bendiciendo

Jesús nunca se arrepintió de un mal día o de una oportunidad desaprovechada porque se propuso bendecir a otros en todo lo que hacía. Aunque él sabía muy bien que la bendición más importante era la salvación que ganaría para nosotros en la cruz y en el sepulcro vacío, aún así mientras esperaba y pasaba el tiempo él lo aprovechó bendiciendo. Leamos Marcos 10:13-16.

1. ¿Qué esperaban los discípulos? ¿Qué esperaban de la vida? ¿Qué esperaban de Jesús? ¿Qué esperaban de Dios?

2. Mientas esperaban lo que esperaban, ¿qué hacían los discípulos?

3. ¿A cuántos niños Jesús tomaría en sus brazos? ¿Cuánto tiempo le tomó empezar y terminar todo lo que hizo que está descrito en el versículo 16? ¿Habrá Jesús dejado de bendecir cuando se cansó? ¿O dejó de bendecir cuando ya no hubo más niños? ¿Por qué?

4. Según este pasaje, ¿qué es bendecir a otros? ¿Bendecir es pedir a Dios el bien para otros? ¿Bendecir es hacer bien con lo que podemos, sabemos y tenemos? ¿Por qué?

Es común decir: “Dios te bendiga”. Este es un buen deseo para que con el paso del tiempo otros sean bendecidos por Dios en multitud de maneras conforme a su sabiduría. Pero este buen deseo también debe incluir nuestra propia disposición de bendecir. Bendecir a otros implica desgaste, uso de nuestros recursos como tiempo, fuerzas, medios, etcétera. 

5. Mientras espero algo en una fila, en una sala de espera, en un medio de transporte o en algún otro lugar, ¿bendigo a otros con buena conversación, con buenos deseos, con intercesiones? ¿Por qué?

6. Cuando paso el tiempo pensando cómo debo bendecir a otros, ¿hago bueno uso del tiempo o lo malgasto? ¿Por qué?

7. Desde la última vez que bendije a alguien con la palabra de mi boca y con la obra de mis manos, ¿cuánto tiempo ha pasado? ¿Es mucho o poco? ¿Por qué?

8. ¿Cuánto tiempo estoy dispuesto a que pase entre las veces que bendigo a otros? ¿Por qué?

III. Jesús Pasó el Tiempo Orando

La vida de Jesús fue relativamente corta, apenas vivió casi 33 años. Él sabía esto. Por esta razón es sorprendente que él haya tomado tiempo para orar solo y apartado de los demás. Uno podría pensar que eso no era necesario porque lo más urgente era enseñar y bendecir a otros. Eso es cierto, pero lo que sucede es que Jesús procuró hacer todo con eficiencia precisamente para enseñar y bendecir a otros, y también para tener tiempo para disfrutar la comunión con su Padre a solas. Leamos Lucas 5:12-17.

1. Si Jesús hubiera tenido el hábito de levantarse después del amanecer, de tomarse 40 minutos viendo televisión sin contenido relevante, de consultar vanidades en las redes sociales durante 2 horas, de necesitar entretenimiento diario, o de gastar su dinero en comida chatarra, ¿hubiera tenido tiempo para enseñar, para bendecir y para orar? ¿Por qué?

2. ¿Cuáles serían al menos 15 necesidades físicas de Jesús? ¿Cuáles serían al menos 15 buenos hábitos de Jesús? 

3. ¿Qué hubiera pasado si Jesús se concentraba sólo en atender sus necesidades físicas? ¿Qué hubiera pasado si Jesús hubiera tenido malos hábitos? Que se enlisten al menos 15 consecuencias de cada pregunta.

4. ¿Cómo planeó y organizó Jesús su tiempo para tener tiempo de orar a solas? ¿Cuáles eran sus prioridades? ¿Le agradaban o le desagradaban a su Padre?

No debemos imaginar que Jesús no tenía necesidades ni hábitos. Él los tenía al igual que nosotros. Y él también tuvo necesidad de asignar prioridades adecuadas para tener tiempo, fuerzas y ánimo para enseñar y bendecir, sobre todo para estar atento en la comunión a solas con su Padre.

5. ¿Qué pasa con mi comunión a solas con mi Padre si tengo malos hábitos?

6. ¿Le agradará a Dios tener comunión conmigo cuando por causa de mis malos hábitos descuido mis responsabilidades de enseñar con mi buen ejemplo y bendecir las necesidades de otros? ¿Por qué?

7. ¿Cómo planeo y organizo mi tiempo para asegurarme de que tengo tiempo para orar atentamente a solas a mi Padre? ¿Cuáles son mis prioridades?

8. ¿Desperdicio el tiempo? ¿O lo aprovecho para estar atento en la comunión a solas con mi Padre?

IV. Jesús Pasó el Tiempo Advirtiendo

La sociedad en la que vivimos nos facilita mucha información gratuita y muchas oportunidades para criticar esa información. Incluso ahora es común oír a niños y jóvenes criticando la política, la economía, los deportes, otras arenas. Eso tiene ventajas y desventajas. Entre las pocas ventajas estaría el pensamiento crítico y constructivo que se desarrolla. Pero la desventaja inicial es que fácilmente esa crítica mal encaminada puede ser sólo pérdida y desperdicio de tiempo. Jesús no pasó tiempo criticando, sino enseñando, bendiciendo y orando. Eso lo preparó para hacer uso eficientemente del paso del tiempo y advertir sabiamente sobre el mal. Leamos Mateo 23.

1. ¿Cuáles eran las características de las personas a las que Jesús advertía del mal?

2. ¿Jesús advertía sin conocer completamente la verdad? ¿O Jesús advertía de lo que él estaba plenamente seguro y convencido? ¿Por qué?

3. ¿Jesús advirtió de prácticas irrelevantes y contenidos vanos? ¿O Jesús advirtió de lo que confundía a la gente y a los discípulos en relación con Dios? ¿Por qué?

4. ¿Acaso Jesús se burló? ¿Humilló? ¿Ridiculizó? ¿Hizo “memes”? ¿Propagó chismes? ¿Imitó críticas de otros? ¿O más bien Jesús habló con autoridad porque él no podía ser acusado ni culpado de lo que advertía? ¿Cómo y por qué Jesús advirtió?

El apóstol Pablo también advirtió que las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres (1 Corintios 15:33). Pasar tiempo en una conversación o plática llena de críticas irrelevantes o vanas puede perjudicar nuestro uso del tiempo más de lo que imaginamos. 

5. ¿Cuánto tiempo me la paso viendo, oyendo, leyendo, consultando o conversando de críticas sin evidencia que otros hacen de terceros? ¿Propago esas críticas? ¿Por qué?

6. ¿Permito y fomento que en mis conversaciones haya críticas sin evidencia contra otros, ya sean conocidos o desconocidos? ¿Por qué?

7. ¿Sigo el ejemplo de Jesús al conversar con otros, ya sea personal o digitalmente? ¿Aprovecho el tiempo haciendo referencias directas o indirectas a las enseñanzas de Jesús? ¿O  desaprovecho el tiempo imitando enseñanzas corruptas en mis comentarios y conversaciones? ¿Por qué? 

8. ¿Cómo Dios quiere santificar en mí el paso del tiempo en cada palabra que pienso, hablo o escribo? ¿Yo realmente quiero esa santidad? ¿Por qué?

V. Jesús Pasó el Tiempo Negándose a Sí Mismo

Jesús enseñó a sus discípulos que no todos querrían tomar la decisión de aprovechar el tiempo caminando por el camino angosto y estrecho. El sacrificio de obedecer las enseñanzas de Jesús lo vive el discípulo a cada milésima de segundo. Sólo el Juicio Final mostrará el fruto, la recompensa y la bendición de haber pasado y aprovechado el tiempo como Jesús lo pasó y lo aprovechó: Negándose a sí mismo. Leamos Lucas 9:21-27.

1. ¿Qué era lo que Jesús no quería que dijeran a otros? ¿Qué era lo que Jesús sí quería que dijeran a otros? ¿Por qué sí quería que eso se dijera?

2. ¿Qué acontecimiento necesario era el que Jesús esperaba que sucediera? ¿Eso mismo lo debían hacer sus discípulos? ¿Por qué?

3. ¿Qué hacía Jesús mientras esperaba que ese acontecimiento necesario sucediera? ¿Eso mismo lo debían hacer sus discípulos? ¿Por qué?

4. ¿Qué entendieron los discípulos por la condición de negarse a sí mismos? ¿Cuánto tiempo llevaba cumplir esa condición? ¿Por qué?

El tiempo no se detiene y no deja de pasar. Además del paso natural del tiempo, el tiempo mal aprovechado cobra una factura muy alta, causa amargura y mucho remordimiento que nos hace sufrir. Por eso es decisión personal desaprovechar imprudentemente o aprovechar sabiamente el paso del tiempo. Mientras esperamos algo o a alguien podemos esperarlo haciendo lo que Jesús hizo mientras él mismo esperó. Hagamos buen uso del tiempo que el Padre nos da de vida: Neguémonos a nosotros mismos.

5. ¿Qué he decidido que haré mientras el tiempo pasa? ¿Desperdiciarlo o aprovecharlo? ¿Por qué?

6. ¿Desperdicio o aprovecho el tiempo cada vez que me niego a mí mismo? ¿Por qué?

7. ¿Puedo aprender y entender el profundo significado de negarme a mí mismo si no estoy resuelto a hacerlo? ¿Por qué?

8. ¿Qué sentiré si llegara el momento en el que me arrepintiera de no haberme negado a mí mismo? ¿Esperaré el segundo en el que alegremente compruebe que no tengo nada de qué arrepentirme porque aprendí a negarme a mí mismo? ¿Por qué?

Este material fue preparado por Gabriela Tijerina-Pike, PhD para www.VidaenÉl.com para el ejemplar de Abril 2018. Luego fue adaptado para ILC en Febrero 2019. Derechos reservados de autor.

IMAGEN Cortesía de UNSPLASH, https://unsplash.com/@obviously_arthur