accesible para el bolsillo
accesible para el bolsillo

Parte importante de la misión del ILC es proporcionar educación ministerial accesible para el bolsillo de cada compañero de ministerio que quiere capacitarse para mejorar su servicio al Señor. Estudiar en el ILC sí tiene un costo, pero no ese el pago de colegiatura, mensualidad o anualidad. No es la matrícula la que cuesta, sino toda la disciplina que requiere esforzarse para sentarse a estudiar, leer y realizar todas las tareas de cada curso. El costo es el de invertir tiempo de calidad para estudiar. En el ILC no es un costo financiero o económico que afecta el bolsillo. El costo es el sacrificio de estudiar con diligencia para la gloria de Dios. Ese es el costo de estudiar en el ILC, es un costo accesible para el bolsillo.

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.  Mateo 6:33-34

Estas palabras han sido mi lema desde el momento en que salí de mi patria y comenzar una nueva vida, siempre tratando de dejarme guiar por la voluntad de Dios para mi vida. Partí de Venezuela a Perú el 11-05-2018 con apenas el dinero suficiente para el pasaje, una vez finalizada mi travesía el 18-05-2018, el Señor me hizo conocer una pequeña iglesia ubicada en el Callao llamada Maranatha, llena de amor y de gente hermosa la cual me ha apoyado hasta hoy, participando cada día en las diversas actividades y ministerios que la conforman, de allí exactamente un mes mas tarde, tal como le había declarado a mi esposa al emprender mi viaje, me llevo a trabajar en un colegio cristiano llamado Ebenezer donde mi fe continuo fortaleciéndose al lado de gente maravillosa, este colegio pertenece a las Asambleas de Dios del Perú (ADP), lo que me hizo conocer la Universidad Seminario Bíblico Andino (USBA) despertando mi anhelo por capacitarme formalmente para el servicio de la obra, pero mi situación económica me lo ha impedido, trayéndome finalmente el Señor a ustedes a quienes deseo el colme de bendiciones por tan digna labor que desempeñan. A Dios sea la honra y la gloria, porque Él es quien traza mis caminos.