Cursos de Liderazgo Ministerial
Cursos de Liderazgo Ministerial

 

El Instituto de Líderes Cristiano ofrece cursos de liderazgo ministerial completamente gratuitos y online. Los cursos son para todos los llamados ser obreros que levantan la Gran Cosecha. No es necesario pagar nada ni ajustarse a un horario fijo; porque cada estudiante toma los cursos a su paso y estudia a su manera. Esta es una bendición de Dios.  ¡Alabado sea Dios!

Hola mi nombre es Cristhian Johvani M.F., tengo 26 años de edad soy de los Estado Unidos Mexicanos, actualmente vivo en el Estado de México y trabajo en el Estado Ciudad de México, en el Ejército Mexicano. Yo comencé conociendo a Dios por una amiga llamada Yeimi R., ella es cristiana y pues yo estaba enamorado de ella pero ella no quería salir con personas que fueran inconversas, y se preguntaran porque les menciono esto bueno es porque yo era una persona borracha que decía mentiras y tal vez ustedes dirán pues actualmente que las personas que NO CONOCEN DE LA PALABRA DE DIOS lo hacen, pero pues yo les diré que yo tomaba hasta perder la conciencia, no recordaba lo que había hecho borracho era agresivo y me sentía de valor para hacer cosas malas por culpa del alcohol una vez en mi cumpleaños llegue a estar en la cárcel, los sábados y domingos los ocupaba solo para el vicio.

Esta persona de la que les hable (Yeimi R.) la llevo conociendo 7 años, casi desde que entre a milicia, ella me hablaba de la Palabra de Dios y yo le mentía o fingía que le daba importancia de lo que me hablaba solo para que siguiera conmigo, yo no creía en Dios, se me hacía que la gente que iba a la iglesia o los templos no eran honestas no eran buenas y a pesar de esto Yeimi nunca dejó de hablarme de Dios. Yo fui al templo de Atizapán ubicado en el Estado de México por invitación de Yeimi entonces recuerdo que entre al templo y me recibieron diciéndome bienvenido hermano y pues me sentí incomodo me sentí raro recuerdo que mire a muchas personas bailando otras llorando y pues mire una persona al frente hablando, tomamos asiento Yeimi y yo, y recuerdo que una señora nos prestó su biblia ya que nosotros no llevábamos. En el transcurso yo mire a Yeimi bailar cantar y alabar a Dios me sentía bien pero raro y recuerdo que dijeron “…quien asiste por primera vez a este templo…” y yo levanté la mano, enseguida dijeron que pasaran al frente las personas que quisieran aceptar a Dios y no sé porque lo hice pero pase y acepte a Dios ese día.

Después pasaron las cosas yo no deje el vicio del alcohol un día, saliendo de mi trabajo me dirigía en mi vehículo y me detuvieron los policías federales por traer estrobos en mi vehículo así que me llevaron a los separos ese día mire a personas enfermas a personas borrachas mire muchas cosas y recuerdo que le pedí a Dios que me ayudará (ese día que estaba en problemas recordé de nuevo a Dios), y a pesar de todo Dios me ayudo me dio una cobija para dormir y al día siguiente salí de los separos pero aun así seguí pecando.

Paso el tiempo y yo seguía mirando a Yeimi y un día ocurrió un problema con ella y con su papá, así que salí a ayudarla pero pues tome dinero mío y de mi madre para ayudarla y mis padres se molestaron y me dijeron que si me salía no entraba de nuevo a la casa (yo aún vivía con mis padres), y pues salí para no entrar, ese noche nos quedamos en un hotel Yeimi, su mamá, su cuñada y sus sobrinos, recuerdo que comimos galletas y leche, yo le pedí a Dios que nos ayudará y al día siguiente buscamos una departamento y vivimos Yeimi, su mamá y yo allí, me sentí destrozado mi familia me había dejado me sentía solo pero tenía que ser fuerte no podía demostrar temor con ellas así que comenzamos a trabajar y emprendimos un negocio de regalos y recuerdos con un dinero que tenía yo.

Todo en ese tiempo cambio para mi yo vivía con una familia que adoraba a Dios que pedía por mí por mi familia y por su familia aun cuando su familia le hizo daño ellas perdonaban a su papá y a su esposo por lo que les hizo, pedían por el, por su bienestar por el mío por el de mis papás oraban antes de cualquier comida y yo empecé con los problemas de dinero pero ellas siempre pedían a Dios que las ayudará con el negocio y la verdad siempre salía para comer yo empecé a sentirme solo a enojarme con ellas porque había perdido a mi familia y de verdad Yeimi me sorprende porque ella aún me seguía hablando de Dios de lo bueno que era me decía que perdonará a mis papás y así que un día me decidí a ir al templo de un fraccionamiento llamado Santa Teresa con el pastor que había conocido en el templo de Atizapán. El día que asistí al templo el pastor me reconoció y me dio la bienvenida a la casa de Dios empecé a escuchar de la palabra de Dios, empecé a asistir todos los domingos al templo empecé a conocer más de la palabra de Dios comprendí porque la gente baila, canta, brinca entendí que es ser tocado por el espíritu santo y de pronto estaba pasando por un problema y el pastor hablaba de eso, yo le exponía mis problemas y el me ayudaba me daba consejos y es cuando me di cuenta que había aceptado a Dios de verdad en mi corazón que Dios nunca me dejo solo que nuestro padre me paso por la sangre de su hijo para que regresará con él. Yo comencé a cambiar mis hábitos en mi trabajo lo notaron y recibía burlas, bueno aun recibo, en esos tiempos una compañera paso por un problema, ella hablaba de rencor de odio y comencé a hablarle de Dios del perdón, así que le dije que a la persona que le estaba habiendo daño le dijera: “… te perdono por todo el daño que me has hecho, te perdono por todo, espero que un día encuentres la paz en tu interior, etc…” le dije que hiciera una oración que se acercara a Dios que el coloco su otra mejilla la verdad no recuerdo que tanto le dije pero no era yo quien estaba hablando salieron tantas cosas de mi boca y ahora mi compañera vive más tranquila ella perdono a la persona que le hizo daño. He convivido con 2 personas que están en el camino del vicio, del adulterio y saben aun hablo con ellos espero que un día Dios me ponga las palabras correctas para ayudarlos yo a la fecha sigo con problemas económicos pero siempre me encomiendo a Dios y él nunca me ha fallado él siempre ha estado conmigo y yo le hice dos promesas:

1.- Llevar comida a los hospitales para la gente que no tenga que comer.

2.- Dar a conocer su palabra a todo a quien la necesite.

Espero y Dios me ponga en el camino para poder cumplir estas promesas y estoy aquí preparándome para poder llevar al mundo su palabra, para decirles que estamos ante un Dios vivo que nos escucha que nos ayuda que es un Dios verdadero y de verdad Dios realizó un cambio en mi vida y quiero que los demás sientan lo mismo. Y yo le doy gracias a nuestro padre por las personas que ha puesto en mi camino y le digo a mi padre que use mi cuerpo, mi mente y todo lo que tengo para servirle, que me de las fuerzas para cuidar de sus princesas que me han ayudado tanto, le pido por mis padres que un día comprendan lo que estoy haciendo le pido por mí para que me de fuerzas para seguir adelante con esto que me he propuesto.