De una vez y para siempre. Soy Estefania ecuatoriana, hija de un matrimonio convertido al cristianismo cuando era una niña sin embargo, yo era la única de la casa que constantemente era atacada (en sueños), crecí pensando que era la única de la familia que no fue escogida por Dios, así que me dedique a vivir como mi carne deseaba. Con el objetivo de ser mejor en mi carrera profesional (mi fuente de orgullo y estabilidad) aplique para estudiar y vivir en Canadá, sin tener la mínima idea que no era por mi esfuerzo que todas las puertas se abrirían. En mi nuevo país sufrí de una grave depresión al darme cuenta de que no era mujer fuerte e independiente que toda la vida pensé. Bajo la insistencia de mi madre, fui a una iglesia, desde el momento que entre sentí como si me estuvieran abrazando fuertemente, no tenia idea que ese sábado marzo 19 era el día que Dios escogió para llamarme a sus pies de una vez y para siempre. Desde ese día dejé de llorar, comencé a reír, y apreciar su misericordia diaria, el Espíritu Santo deposito en mí una gran hambre por aprender de Él, al mismo tiempo que me limpiaba de vicios, forma de pensar, vocabulario, forma de vestir, amistades, me dio una identidad firme y ordeno mis prioridades. Aprendí que puedo preguntar a Dios cosas y a través de sueños me responde, acompañada de Cristo he podido ganar guerras espirituales en mis sueños, dando liberación a mi vida. Aún tengo mucho que aprender acerca del mundo espiritual. Por lo que ahora mi prioridad no es mi carrera, es poder ser una sierva bien preparada que pueda ayudar el pueblo de Dios desde mi congregación, soy ujier y apoyo en el ministerio de mujeres de Verbo Vancouver. Para ser excelentes necesitamos prepararnos en mi búsqueda encontré a ILC a parte de la sana doctrina que brinda, la facilidad de poder continuar con mi trabajo y compromiso en la iglesia satisface mis necesidades de formación, mientras espero el tiempo perfecto del Rey pueda servirle con excelencia. “Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová” Josué 24:15