Dios nos dio un hermoso Ministerio de Liberación

¡Dios nos dio un hermoso Ministerio de Liberación! Conocí a Dios través de una invitación que me hizo mi esposa a la cual fui a acompañarla pero yo no iba a ingresar. Aún esta es la hora en que me pregunto cómo resulté dentro de la iglesia. Yo era muy apático con los cristianos. Esto ocurrió en febrero del 2014. Dentro de la iglesia, sentí que algo raro empezó a suceder en mí. Cuando el predicador empezó a nombrar todo lo malo que estaba yo haciendo y que hasta ese momento creía que estaba bien. Fue allí donde comenzó a quitar el velo de mis ojos.

Posteriormente tuve mi primer encuentro con Dios. Donde comenzó mi lucha para dejar tantas cosas que Él me pedía. Empecé a hacer la escuelas bíblica y me bautice. Fui ministrado al punto de ser libre de alcoholismo, adulterio, ataduras malos negocios y otras malas costumbres. Allí empezó el Señor a hablar a mi vida de lo que tenía para mí. Nos hemos preparado como nos ha guiado el Señor.

El Espíritu del Señor omnipotente está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar liberación a los cautivos y libertad a los prisioneros. (Isaías 61:1)

Dios ha permitido que pasemos por diferentes procesos en las áreas económica, familiar y ministerial. Han sido innumerables pruebas y desafíos, pero de la mano de Dios hemos salido avantes. Hemos crecido espiritualmente; Dios nos dio un hermoso ministerio de liberación y nos usa donde quiere.

Para Su gloria, fuimos hermanos menores, posteriormente hermanos mayores, luego asistentes de un grupo familiar. Más tarde líderes de este mismo grupo y, en la actualidad, para la gloria de Dios, somos supervisores de un sector de Engativá Bogotá, Colombia. Dios, desde un inicio nos ha hablado de servirle a Él como pastores.

Ya que todas las capacitaciones que se dictan en el ministerio que nos acobija, ya las realizamos, sentimos continuar con nuestra preparación. Fue allí donde le hemos pedido a Dios que nos guíe en ese nuevo estudio y así estar listos a donde Él nos envíe. Alguien me recomendó el Insituto de Líderes Cristianos. Y aquí estamos comenzando, creyendo que aún tenemos que corregirnos y que somos escogidos de nuestro Padre.