Hechura de Dios
David es estudiante de ILC, él tiene la convicción de que es hechura de Dios para cumplir Su voluntad. David tiene ocho meses estudiando en ILC, se registró en ILC en enero de este año 2018 y ya ha terminado seis clases. Su empeño es ejemplar, y nos anima a todos a seguir adelante esforzándonos para andar en las buenas obras que nuestro Dios preparó para nosotros desde antes de la fundación del mundo, ¡porque somos Hechura Suya!
¡Hola!
Soy Jesús David V. S. Nací en Bucaramanga, Colombia.
Confieso que me gusta mucho vivir en Colombia. Creo que la gente es muy amable y respetuosa. Eso hace que la gente acepte la enseñanza sobre el Evangelio. Podría decir más de mi país natal, pero voy a contar algo de mi testimonio.
Siendo apenas un adolescente de 13 años, yo estaba pasando por momentos muy difíciles. Todo eso me hacia pensar en mi vida. ¿Para qué servía vivir? ¿Cuál era el propósito de vivir? Yo ya había escuchado algo de Dios, pero no le respetaba ni le amaba. Sin embargo, en medio de esos problemas un día me arrodillé desesperado en mi cuarto. Ahí oré a Dios.
Mi oración fue como la de muchos, condicioné a Dios pidiéndole una prueba de su existencia. Sé que eso no es bueno, peor lo hice. Le pedí que me mostrara su existencia guiándome a una vida útil.
Dios, en su gran misericordia aceptó mi oración. La manera en que lo hizo fue que a los 15 días recibí una invitación a un grupo de jóvenes. En esa reunión conocí el Evangelio. Ahí acepté el regalo del perdón de mis pecados y el regalo de la salvación. Así, a través de Jesús, empezó una hermosa relación a través del Espíritu Santo para conocer al Padre Celestial.
Dios puso un sueño en mí. Ese sueño es de servirle con toda devoción y dedicación. Quisiera ser pastor y salmista adorador. Pero más que querer, lo más importante es la voluntad de Dios.
Primero, Jesús nos dejó una comisión por cumplir. Yo quiero ser obediente a esa, quiero hacer discípulos a donde Dios me llame.
Segundo, la voluntad de Dios la veo en la gran necesidad a nuestro alrededor. Muchos saben de Dios, pero creo que Dios también quiere que la gente entienda bien qué significa todo lo que Dios ha hecho por nosotros.
Tercero, veo la voluntad de Dios en la familia que me ha dado. Todos estamos unidos en el mismo deseo de servir evangelizando, aconsejando y enseñando a los demás. Nosotros mismos como familia hemos pasado por problemas. Mi hija tiene una discapacidad, pero nada nos detiene. Confiamos en Dios no hay nada mejor que hacer su voluntad.
Cuarto y por último, veo la voluntad de Dios en la Iglesia. La nuestra ha sufrido diferentes problemas. Nada fácil de decir ni de sobrellevar, pero veo que Dios ama a su Iglesia. Por eso, creo que debo prepararme para ser un hombre que sabe cómo ministrar a la Iglesia de Dios. Creo que para evangelizar, predicar, aconsejar y enseñar debo conocer bien las Sagradas Escrituras. Quiero ser útil a Dios, no estorbo. Quiero ayudar a otros, como otros me han ayudado a mí. Quiero amar a otras familias como Dios me ha mostrado su amor. Quiero ser pastor y salmista adorador para cumplir la voluntad de Dios.
Eso es mi sueño, pero también mi obediencia a Dios. Son juntas. Por eso doy gracias por ILC. Creo que esta preparación ministerial que me dan a través de clases de Biblia, teología y ministerio online y completamente gratuitas serán útiles para seguir adelante y cumplir este sueño, pero también esta obediencia.
Dios les bendiga.
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Efesios 2:10