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Prefiero perder mi vida, y no mi preparación para servir

Prefiero perder mi vida, y no mi preparación para servir

 

 

 

Recientemente Jesús reflexionó sobre su oportunidad y concluyó diciéndose
seriamente: prefiero perder mi vida, y no mi preparación para servir Con estas palabras tan determinantes demuestra su pasión por servir. A Dios sea la gloria.

Soy Jesús H. Les escribo desde Colombia. Cuando inicié el curso Estudio del Antiguo Testamento estaba en un estado bueno, pero al pasar el tiempo fui presentando dificultades personales, familiares, ministeriales, emocionales. Fue un momento bastante crítico, mengüé en las áreas espirituales, aunque nunca dejé de orar y estudiar la Biblia. Sentía que estaba en crisis espiritual, en mis oraciones no sentía que Dios descendía, como lo hacía en cada oración, por eso me sentía en crisis, sentía que algo no estaba bien.

Hubo un momento en que pensé en dejar de estudiar, medité mucho sobre la situación que presentaba, me di cuenta que si dejaba todo a un lado, sería cobarde. Entonces me confronté con esta pregunta: ¿Te gusta servir y anhelas servir? Me contesté: “Sí”, y me dije: «Si dejo todo a un lado, ¿cómo voy a servir? ¿Daré un servicio mediocre y sin preparación? ¿Qué pensarán de mí las personas que proveen de mi preparación en el ILC? Si dejo todo tirado, en un futuro también dejaré al ministerio tirado…»  

De inmediato me levanté, saqué fuerza “No me dejaré morir.” Y con todas las dificultades aquí estoy. Dios me sostuvo, me bastó con su gracia y vi su gloria.

Cuando me levanté de inmediato vi a Dios obrando: Mis contactos que tenía tres años de predicarles se convertían, uno detrás del otro no podía asimilarlo, mi servicio en la iglesia aumentó. Estoy sirviendo en el evangelismo. Inicié un nuevo proceso para servir con niños, ya que nunca me había preparado para este tipo de servicio. Tengo un grupo de adolescentes y soy un brazo de apoyo para mi pastor mentor, el consejo de ancianos de mi iglesia y para mis líderes.

De esta experiencia nació una frase de fortalecimiento para mi vida: “Prefiero perder mi vida, y no mi preparación para servir.”

El ILC tiene mucha responsabilidad en mi proceso de preparación. Cuando empecé a estudiar, lo hice pensando en mí, en mí crecimiento, hoy no lo hago sólo por mí, sino por mi iglesia, mi pastor mentor, mis adolescentes, mis líderes, mis niños y especialmente para agradar a mi señor con mi servicio.

Gracias ILC por darme esta hermosa oportunidad. 

«¡Dame hijos, pues de lo contrario me muero!» Génesis 31:1