Jesucristo es el Señor
En la carta a los Filipenses el apóstol Pablo declara que Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre. Nosotros, sus hijos, confesamos esa verdad. ¿Pero qué significa confesar que Jesucristo es el Señor de nuestras vidas? Significa que él reina, gobierna y manda sobre nuestras decisiones. Si él, siendo Señor, nos ha pedido hacer discípulos a todas las naciones. ¿Lo haremos? ¡Sí! Seamos obedientes al Señor, preparémonos para hacer discípulos.
Conocí de Cristo en una época de crisis financiera, tiempo en el cual estaba dispuesta a pagar por mi muerte, pero alguien me hablo de una iglesia cristiana de Sana doctrina, iniciamos un hermoso caminar con Cristo, donde día a día vemos su amor y fidelidad ahora deseo preparar para servir con excelencia en mi llamado. Casada con tres hijos en la búsqueda constante de su presencia estamos seguros que El ira con nosotros en todo tiempo y lugar.
Humillación y exaltación de Cristo
Filipenses 2
Por tanto, si hay algún estímulo en Cristo, si hay algún consuelo de amor, si hay alguna comunión del Espíritu, si algún afecto[a] y compasión, 2 hagan completo mi gozo, siendo[b] del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito.
3 No hagan nada por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes considere al otro como más importante que a sí mismo, 4 no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás.
5 Haya, pues, en[c] ustedes esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, 7 sino que se despojó a Sí mismo[d] tomando forma de siervo, haciéndose[e] semejante a los hombres. 8 Y hallándose en forma de hombre, se humilló Él mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, 10 para que al[f] nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.