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Tengan ustedes en cuenta que los estoy enviando como a ovejas en medio de lobos; así que sean prudentes como serpientes y sencillos como palomas. Jesús (Mateo 10:16)
VIRTUDES vs. ORGULLO
El pecado de orgullo es quizás el peor pecado en el que una persona puede caer, es tan malo que Dios lo llama abominación (Proverbios 6:16-19). El orgullo es lo que le causó al ángel Lucifer convertirse en el Diablo (Isaías 14:12-15); el orgullo ha sido la causa de por la que reyes y príncipes caen (Proverbios 16:18). Por otra parte, hay virtudes que se oponen al orgullo y lo debilitan, son virtudes alabadas en las Escrituras. Sin embargo, en el mundo de hoy el orgullo comúnmente es glorificado y las virtudes de mansedumbre, humildad, sumisión, dependencia y respeto ridiculizadas. Por ello, este mes estudiaremos con mayor interés las virtudes que debilitan el orgullo.
I. Mansedumbre
En el mundo de hoy, una persona mansa comúnmente se confunde con una persona blanda. Pero según la Biblia esa percepción estaría contradiciendo al ejemplo de mansedumbre de Moisés porque él aunque manso no fue blando cuando enfrentó a Faraón exigiéndole que dejara libre al pueblo de Israel de la esclavitud. Leamos Números 12 para definir esta contradicción.
1. ¿Por qué razones Aarón y Miriam hablaron contra Moisés? ¿Por orgullo?
2. ¿Cómo es posible que Moisés fuera manso con la gente pero un profeta poderoso de Dios? ¿Delante de quién Moisés fue manso?
3. ¿Cómo se relacionaba la fidelidad de Moisés con su mansedumbre?
4. ¿Cómo se relacionaba la compasión de Moisés con su mansedumbre?
A veces nosotros enfrentamos situaciones tensas donde debemos complementar nuestra mansedumbre con otras virtudes.
5. ¿Cuánto crees que afectan los celos a la mansedumbre?
6. ¿Eres fiel en el uso de lo que Dios te ha dado? Menciona cómo tu mansedumbre ayuda a tu fidelidad.
7. ¿Cómo luchas contra el orgullo? ¿Echas mano de la virtud de la mansedumbre?
8. Cuando alguien habla mal de ti, ¿cómo procuras una actitud mansa y perdonadora?
II. Humildad
Alrededor de 600 años a.C., se levantó un gran imperio llamado Babilonia; el conquistador de este imperio se llamaba Nabucodonosor. El gran Nabucodonosor era un líder de calibre mundial que había conquistado muchos reinos, su grandeza no tenía precedente por lo cual se llenaba de orgullo. Pero esto no impresionó a Daniel, hombre que no había conquistado reinos pero con humildad había conquistado el orgullo. Leamos Daniel 4 para considerar las consecuencias del la falta de humildad.
1. ¿Qué le pasó a Nabucodonosor? ¿Quién lo hizo? ¿Por qué lo hizo?
2. ¿Qué tuvo que hacer Nabucodonosor para revertir su tragedia?
3. ¿Cuál fue la peor consecuencia de Nabucodonosor por no ser humilde?
4. ¿Cuál valor le daría Babilonia a la virtud de la humildad y a la sumisión al Dios de Israel?
Muchos no ponen atención a este episodio de Nabucodonosor porque piensan que Dios no volverá a ejecutar la misma disciplina para enseñarnos humildad.
5. ¿Por qué los logros o éxitos harían que te faltara humildad?
6. ¿Qué crees que Dios tenga que hacer contigo si te falta humildad?
7. Por falta de humildad, ¿malinterpretas el carácter de Dios?
8. Humillarte delante de Dios, ¿es glorificar a Dios?
III. Sumisión
A Papá siempre le ha gustado tener dos perros guardianes en la granja, pero quiere que uno esté viejo y el otro joven porque dice que el joven aprende sumisión del viejo. Esto sucede con varios otros animales de granja, en especial los que trabajan con un mismo yugo, el joven aprende del viejo los caminos y el trabajo. En Mateo 11:20-30, Jesús nos habla sobre su yugo, leamos el pasaje para ver su sumisión.
1. ¿Cómo es posible que Jesús sea sumiso y humilde si él es Dios?
2. ¿Cuál es la relación entre la sumisión y las cargas del mundo?
3. ¿Cuál es el yugo de Jesús? ¿Cómo se relaciona con la mansedumbre, la humildad y la confianza?
4. ¿Por qué la sumisión ayuda a llevar las cargas y a descansar? ¿Será que el cansancio fomenta el orgullo?
La sumisión está relacionada con la mansedumbre, ambas son virtudes que distinguieron a Jesús todo el tiempo, examinemos cómo pueden distinguirnos a nosotros también.
5. Para ti, ¿qué es mansedumbre? ¿Qué es sumisión?
6. ¿Tendremos alguna excusa para no ser mansos y sumisos? ¿Cuál es?
7. ¿Sabes que al creer en la muerte y resurrección de Jesús compartes su yugo? ¿Qué yugo?
8. En este momento en tu vida, ¿estás tomando el yugo de Jesús?
IV. Dependencia
Los niños pequeños entienden muy bien su dependencia de otros, saben que por ellos mismos no pueden satisfacer sus necesidades ni aún cuidarse por eso descansan en la provisión y cuidado de otros. En Mateo 18:1-6 el evangelio nos retrata la dependencia que Jesús pidió para entrar al Reino de Dios. Leamos el pasaje.
1. ¿Por qué los discípulos querían ser grandes en el Reino? ¿Para que el reino dependiera de ellos?
2. ¿Podría el Reino de Dios depender de un niño? ¿Por qué?
3. ¿Por qué es necesaria la dependencia, como la de niño, para entrar en el Reino de Dios?
4. Según Jesús, ¿qué otras virtudes se necesitan para desarrollar la virtud de depender de Dios?
A veces confundimos la virtud de la dependencia de Dios con la confianza en Dios, analicemos nuestra postura.
5. ¿Quieres que Dios te de lo que él quiere? ¿O quieres que te de lo que tú quieres?
6. ¿Cuál es la diferencia entre esperar recibir lo que Dios quiere dar y esperar recibir lo que tú quieres que te de Dios?
7. ¿Cómo demuestras que dependes del Reino de Dios?
8. ¿Qué tanto te molesta no reflejar la virtud de la dependencia de Dios?
V. Respeto
La virtud de ser una persona respetuosa genera muchas alegrías, aunque a veces es una virtud que se ignora aunque la Biblia sí tiene grandes referencias a esta virtud. Para estudiar esta virtud leamos Hechos 25, cuando Pablo muestra respeto acompañado de mansedumbre, humildad, sumisión y dependencia para compartir el Evangelio.
1. ¿Cuántas veces se observa Pablo siendo respetuoso?
2. ¿Cómo Pablo se respetó a sí mismo?
3. ¿Qué fundamento teológico Pablo usaría para defender la virtud del respeto? ¿Cómo Pablo respetó el Evangelio?
4. ¿Cómo respetaron a Pablo?
Dicen por ahí que el respeto se gana, es cierto pero hay maneras equivocadas que no nos llevarán a cultivar la virtud de una persona respetosa y por lo tanto tampoco seremos respetados.
5. ¿Cuándo debe uno defenderse a sí mismo?
6. Sí respetamos, ¿nos respetarán? ¿Es una regla? ¿Por qué?
7. Respetar para que te respeten, ¿es esa la motivación de un cristiano? ¿Por qué?
8. Para ti, ¿cuál es la relación entre mansedumbre, humildad, sumisión, dependencia y respeto?
Este material fue preparado por Gabriela Tijerina-Pike, PhD para www.VidaenÉl.com para el ejemplar de Agosto 2015. Luego fue adaptado para ILC en Octubre 2016. Prohibida la publicación y distribución para fines de lucro.
Imagen Cortesía de: https://unsplash.com/photos/bXxnwBXVjVc
