Quiero Reflejar a Cristo
Las buenas noticias siempre alegran el corazón, y esas son las noticias que nuestra estudiante Claudia nos comparte cuando expresa desde lo profundo de su corazón «Quiero Reflejar a Cristo» en mi vida.
Bendiciones a todos.
Mi nombre es Claudia, crecí en México, y conocí del Señor en mi iglesia, ya que mi mamá y abuelita son cristianas.
Mi sueño ministerial es reflejar a Cristo en mi vida y en todo lo que hago por medio de los talentos que me han sido dados. Amo cantarle a mi Dios y enseñar sobre su Palabra a los demás. Mi sueño es cantarle siempre con todo el corazón y predicar a todo aquel que no conoce de Él y ser una gran líder en servicio de los demás.
Me identifico con el ministerio juvenil, siento un deseo muy grande por ver un avivamiento en los jóvenes de estos tiempos, porque aunque yo soy joven, creo grandemente que Dios tiene grandes planes para nosotros y quiere utilizarnos para su honra y su gloria.
Mi amor por Dios es lo que me ha llevado a tener el deseo de superarme y conocer más de él para servirle con excelencia.
Actualmente vivo en Estados Unidos (EUA). Servir en este país es un gran privilegio por la libertad que se nos da. Sin embargo, esa libertad nos lleva a encontrarnos con personas con diferentes creencias, por lo que es difícil hasta cierto punto hablar de Cristo. El reto más grande es la cultura. En EUA la gente no tiene tiempo para nada (o eso es lo que nos decimos a nosotros mismos). Se vive un ambiente de horarios apretados, deseos por alcanzar el «éxito» , competencia en todos los aspectos, amor propio y amor al dinero. En otras palabras, la gente siente que no necesita de Dios porque pueden conseguir lo que se les plaza.
Este reto lo enfrento junto con mi iglesia. Pues en mi iglesia me apoyan en este anhelo de prepararme para servir a Dios. Ahorita participo en el ministerio de la alabanza y de la enseñanza a los niños, también participo a veces en las actividades de los jóvenes.
Además de mi iglesia, también tengo a mi familia. Mi abuelita fue mi gran ejemplo a seguir. Ella era una guerrera en la oración y gracias a su ferviente amor por Dios, yo estoy aquí, amando a Dios con todo lo que soy.
Realmente creo que Dios quiere siervos dispuestos y preparados. De no ser porque un día me encontraba buscando en internet sobre oportunidades para líderes cristianos, nunca hubiera podido empezar el curso. Obtener una beca del ILC no solamente me beneficiaría a mí, sino a todos los que yo pueda liderar/alcanzar por medio de los conocimientos adquiridos en este programa en línea.
Les pido por favor que pidan sabiduría para mi, para que tome buenas decisiones a lo largo de mi vida.
Dios les bendiga.