Entregados a Dios en Oración

¡Entregados a Dios en Oración! Soy John Jairo Rico Belmonte, nací en Bogotá, Colombia en 1972. En el trasegar de mi vida, los caminos hacia el llamado de Dios han sido varios. A mis 16 años siendo católico sentí el llamado de Dios. Inicié como catequista redentorista y viví el camino de Dios en misiones de enseñanza de La Palabra y en programas de ayuda a los más necesitados. Entregados a Dios en oración.

Este primer llamado a servir a Dios fue truncado justo antes de ingresar al seminario mayor al ordenamiento. Al conocer por primera vez la pasión en un amor desmedido y desbordado fuera de todo principio cristiano, este acto me separó tanto de Dios, que mi vida se perdió por completo en el mundo y en todos sus artilugios, mentiras y desdenes.

Sobre mis 24 años de edad conozco a mi actual esposa, dando gracias infinitas a Dios ya que me muestra su bondad al darme un ser que repararía mi camino y que me vuelve a encaminar a Dios. Decidimos unirnos y desde ese momento pensamos en una familia. Pero fue el principio de una vida en sacrificio y de creencia definitiva en la voluntad de Dios. Ninguno de los dos podíamos procrear por dictamen médico certificado, pero Dios nos había dado Su Palabra y después de dos pérdidas y de mucho orar a Dios nos permite engendrar un lindo caballero.

Tuvimos un embarazo riesgoso con demasiadas complicaciones, sin contracciones en el momento del parto y con una cesárea de último momento; el bebé venía enrollado en su cordón umbilical al nivel del cuello. Sin la cesárea se hubiese ahorcado por parto normal. Al nacer mi hijo no respiró, estuvo sin signos vitales casi por 20 segundos y no lloraba. Todos pensamos que había nacido muerto pero Dios nos da su bendición y el llora.

«La siguiente declaración es digna de confianza: Si alguno aspira a convertirse en líder de la iglesia, desea una posición honorable» (1 Timoteo 3:1 NTV).

Sobre sus 11 años comenzamos a notar una tos en él que se presentaba en la mañana y en la noche. Durante dos años y medio buscamos especialistas en todas las ramas médicas y hace dos años y medio lo diagnosticaron con cáncer de pulmón. El único niño en Colombia y solo tres en el mundo con esta patología. Para esa época ya tenia una metástasis avanzada en sus huesos y sus pronósticos eran demasiado reservados.

Entregados a Dios en oración, alabanza y soportando de la mejor manera Su Voluntad, recibimos de Su Infinita Misericordia. Comenzó un proceso de sanación inexplicable, en donde su metástasis se detuvo y se reparó totalmente del cáncer. A la fecha lleva una regeneración del 85% y su actividad cancerígena es casi nula. Dios nos escuchó.

En estos últimos seis años mi proceso de conversión ha sido total; antes de ver cualquier clase de milagro vi a un Dios real y mi amor por Él se ha incremento un mil por ciento. Me llené de un gozo inexplicable y de una fe inquebrantable. Seis años dando testimonio de todos los milagros que he recibido y practicando el don de servicio que desde joven he tenido.

Durante este periodo he comprobado que el amor de Dios es inmensamente infinito; he podido sentir que Dios es un Dios vivo, un Dios que oye y es un Dios que nos ama. Ser Cristiano es tener los beneficios de las promesas de Jesús y ser hijo de Dios es lo mejor que le puede pasar a un ser humano. Me he dado cuenta que hablar de Cristo ya es una necesidad para mi y quiero seguir haciéndolo con más fundamentos, con mayor conocimiento de Él, con mayor sabiduría y así poder rescatar más almas para el Reino de Dios.

A través de La Palabra, Dios me ha venido hablando del ministerio (2 Pedro 3:11), (1 Timoteo 3:1), (Génesis 9:14), (Isaías 66:2b), (Lucas 1:28), (Salmos 32:8). Después de clamar mucho por esta sabiduría en un tiempo de virtualidad total, Dios me mostró en la web al Instituto de Líderes Cristianos y lo colocó en este momento de mi vida. Doy gracias a Dios por mi vida, doy gracias a Dios por el Instituto de Líderes Cristianos; doy gracias a Dios por Su Voluntad e Infinita Gracia. Amén.