Aprender a Leer La Biblia
Educarme eficazmente, fortaleciendo mi fe correctamente y enseñar a otros en una sana doctrina
Hace casi 15 años que pude conocer más de Dios, de tal forma que ahora busco aprender más de Su Palabra como una prioridad en mi vida. ¡Aprender a leer la Biblia! Fue por la invitación de dos amigos. Empecé a asistir a una iglesia local donde me llamó mucho la atención la cantidad de jóvenes que asistían. Esto cambió radicalmente mi percepción sobre una iglesia. ¿Cómo era posible que jóvenes busquen de Dios? Ellos se convirtieron en amigos muy cercanos, prácticamente en los únicos y por quienes he llegado a tener un aprecio muy especial hasta el día de hoy.
Algunos de ellos dejaron la iglesia y este episodio dejó huella en mí, despertando el deseo de no querer alejarme de Dios y de su iglesia. Con la pandemia, he notado la falencia, no solo entre amigos, sino en muchas otras personas, sobre el conocimiento de la doctrina y el evangelio; único y correcto. He notado que muchos han creído en un Dios distinto al de la biblia. Amoldado al carácter individual de la persona, y en muchos aspectos, contrario a la escritura.
«Esa Buena Noticia nos revela cómo Dios nos hace justos ante sus ojos, lo cual se logra del principio al fin por medio de la fe. Como dicen las Escrituras: «Es por medio de la fe que el justo tiene vida»» (Romanos 1:17 NTV).
Siendo así, yo también me cuestioné si «mi fe» era correctamente enfocada y si «mi conocimiento de Dios» era el verdadero. No obstante, esto me llevó a buscar un lugar donde pueda, como lo expreso personalmente, «a aprender a leer la Biblia»; educarme eficazmente, fortaleciendo mi fe correctamente y enseñar a otros en una sana doctrina.
De tanto buscar por Internet, ya que en la ciudad donde vivo actualmente, no hay institutos donde se brinde esta educación, llegué al Instituto de Líderes Cristianos, con esa espectativa. Anhelo culminarlo de manera adecuada, cumpliendo los objetivos del ILC y personales, para brindar un apoyo correcto al ministerio. Muchas gracias por la oportunidad.»; educarme en una doctrina correcta, para ayudarme a mí, fortaleciendo mi fe correctamente, y enseñar a otros en una sana doctrina.
De tanto buscar por Internet, ya que en la ciudad donde vivo actualmente, no hay institutos donde se brinde esta educación, llegué al Instituto de Líderes Cristianos, con esa espectativa. Anhelo culminarlo de manera adecuada, cumpliendo los objetivos del ILC y personales, para brindar un apoyo correcto al ministerio. Muchas gracias por la oportunidad.
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