Empecé a leer Su Palabra

Mi nombre es Tatiana Ríos, vivo en la ciudad de Bogotá, Colombia. Soy una mujer apasionada por la presencia de Dios en mi vida. Empiezo por describir que soy felizmente casada hace 13 años y tenemos una linda hija de 6 años. Soy profesional en administración de empresas e ingeniera industrial y me desempeño en el área de talento humano. Junto a mi esposo somos lideres, también llamados ancianos, en una iglesia de Bogotá y ya llevamos en el evangelio 5 años aproximadamente. En el ministerio estamos apoyando una escuela infantil y discipulados para adultos, entre otras cosas, como líderes de parejas.

Mi primer afán al conocer de Dios, fue llenar esos vacíos que venían desde mi infancia, como la pérdida de mi abuela materna, quien era como mi madre. También el no tener un padre, el cual nos abandonó a mí y a mi mamá. Tenía la certeza que Dios llenaría esos vacíos y formaría una identidad en mí.

«Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón» (Salmos 37:4).

Lo más importante, pero a la vez lo más difícil fue ver en Dios una paternidad; verlo como mi padre, ya que no tenía una buena imagen de qué era un padre. Cuando empecé a leer Su Palabra y pude ver lo maravilloso que Él es y cómo en Su Presencia me deleito, todas esas inseguridades y esa falta de identidad empezaron a cambiar.

Empecé a sentirme completa. En la actualidad no encuentro mi vida sin Él, sin su dirección, su amor y su misericordia. Por eso decidí empezar a prepararme. Para servirle al Señor tomé seis niveles de discipulado en la iglesia y un año de liderazgo. Mientras estaba en ese proceso decidí empezar a crecer a nivel general y ahí fue cuando, después de tanto buscar y pedirle dirección a Dios, encontré el Instituto de Líderes Cristianos.

He aprendido demasiado y es como si a través de cada clase Dios me estuviera hablando, aclarando cosas y confirmando otras. La verdad, me siento muy contenta de haberlos encontrado y espero poder llegar tan lejos cómo sea posible en ILC. Sé que cada día me llevara a ser más como Cristo y a ser una mujer digna de representar el reino de Dios.