Ahora Soy Pastor Principal

A la edad de 7 años y a través de una tía abuela, llego el evangelio a nuestra familia. En ese momento solo mi madre y yo, aceptamos la invitación y comenzamos a congregarnos en una iglesia cerca de casa. Mi mamá no quiso regresar, pero me dio permiso para que yo siguiera asistiendo y así fue como hice desde los 7 años, hasta el día de hoy. Actualmente tengo 44 años.

Dios me llamo desde temprana edad y siempre con el deseo de servirle. A mis 12 años comencé a ser maestro de niños y así progresivamente fui pasando por diferentes liderazgos; adolescentes, jóvenes y ahora soy pastor principal a tiempo completo en una congregación en los Estados Unidos. Estoy muy lejos de mi país natal, pero sigo sirviendo al Señor junto a mi familia.

«Hermanos, les pedimos que sean considerados con los que trabajan arduamente entre ustedes, y los guían y amonestan en el Señor» (1 Tesalonicenses 5:12 NVI).

Por años he estado involucrado en el liderazgo, aprovechando cada oportunidad de prepararme y aprender cada día más. Decidí servir al Señor y eso he hecho todos estos años, buscando avanzar siempre en ese llamado del Señor. Definitivamente es perceptible la necesidad del mensaje de Dios a nuestro alrededor, y en muchos lugares es notable también la falta de lideres comprometidos o capacitados para hacerlo.

Oportunidades como las que brinda el Instituto de Líderes Cristianos son únicas. Aunque he tenido la oportunidad de prepararme en otros ámbitos, esta es una gran bendición; poder tener un entrenamiento de excelente calidad, accesible, en tiempo y costos y sobre todo, exigiendo de cada estudiante el dar lo mejor de sí para servir a Dios con excelencia.

Por mucho tiempo busqué instituciones que ofrecieran entrenamiento o capacitación accesible, por el tema de los tiempos y los costos, y navegando en la web, finalmente pude encontrar a ILC. Es de gran bendición la oferta tan generosa de entrenar gratuitamente para el ministerio. Es un gran reto y un desafío, aprovechar al máximo esta oportunidad tan generosa, sin dejar de lado mi servicio como pastor y mis responsabilidades familiares.