Cómo leer y estudiar la Biblia

Debemos enseñar a cómo escudriñar La Palabra

¡Cómo leer y estudiar la Biblia! Me gusta recordar el día que sentí el llamado a acercarme a Cristo por primera vez. Con mi familia nos mudamos a un pueblo bastante frío y mi madre nos inscribió junto con mis hermanos en un colegio cristiano llamado Getsemaní. Habíamos comenzado el ciclo escolar cuando, un día, de camino a estudiar, mi hermano mayor le hace el siguiente comentario a mi mamá: «En el colegio también hay una Iglesia los domingos».

He de decir que esta escena de mi vida no la puedo olvidar y la recuerdo a detalle, incluso la calle donde mi hermano hizo el comentario. Eso sucedió en 1998. Allí fue el inicio de este caminar que cambió mi vida. Comenzamos a asistir a la iglesia todos los domingos hasta que finalmente se hizo mi llamado y acepté a Jesús como mi Señor y Salvador en 1999. Tenía 9 años de edad.

Mis papás decidieron separarse debido a varios factores y mi mamá tomó la decisión de emigrar a Estados Unidos en el año 2005. Ésto para poder darnos una mejor vida, ya que a esas alturas, dependíamos 100% de mi mamá. A partir del 2006, inició mi caminar por la vida; con apoyo económico de mi mamá, pero lejos de mi familia.

Mi hermano vivió en una casa de huéspedes, mi hermana menor se fue a vivir al oriente del país con familiares y yo quedé viviendo en un internado de estudio. Me involucré mucho en la reunión de servicios dominicales que realizaban dentro de la escuela, pero después de un tiempo me alejé totalmente de las cosas de Dios.

Me gradué y comencé a trabajar en una cafetería durante mucho tiempo, y luego fui cambiando de lugares de trabajo. Años después vivimos con mi hermano mayor en medio de la ciudad. Cuando llegué a un extremo donde estaba muy perdido en adicciones de todo tipo, decidí doblar rodillas y clamar para pedir a Dios un cambio radical en mi vida.

Después de haber tenido un muy buen trabajo del cual me alejé, comencé una nueva vida desde cero. Conseguí un trabajó nuevamente en una Cafetería dentro de una iglesia en la ciudad, y creanme, el ambiente laboral no era muy bueno, pero sé que todo era propósito de Dios para mi vida ya que comenzó a trabajar en ella, a través de las enseñanzas del pastor de la iglesia y de otras personas involucradas que recuerdo con mucho cariño.

Recuerdo que estando trabajando un año en dicha cafetería, el gerente me llamó a su oficina para ofrecerme un nuevo puesto de trabajo en la librería cristiana de la iglesia, la cual, yo sin ninguna experiencia ni hábito de lectura, acepté y así comencé a involucrarme. La librería tenía muchísima demanda; las personas comenzaron a acercarse a mí a pedir recomendaciones de libros y con mucha confianza contaban sus historias trágicas hacia mi persona sobre algún familiar, amigo o de ellos mismos.

Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo, con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha encomendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. (Hechos 20:24)

Y fue allí cuando empezó Dios a llamarme para el ministerio al cual aún estoy formando. Empecé a sentir un alto grado de responsabilidad para recomendar libros a personas que estaban lastimadas y necesitadas. Yo quizás no tenía mucha experiencia, pero sí podía recomendar literatura que podía ayudar a que Dios trabajara en sus vidas.

A veces no tenemos el conocimiento adecuado para predicar o para dar palabras de aliento a una persona, pero sí podemos ser «palomas mensajeras», es decir, que llevemos a las personas el mensaje que necesitan escuchar, ya sea acercarlas con las personas adecuadas, o recomendarles literatura que pueda responder a su necesidad.

En el año 2020 emprendí una tienda en línea de libros cristianos que envía a toda Guatemala, la cual me ha ayudado mucho a acercarme a Dios y a acercar a Dios a las personas. Hoy en día, ya que me dedico a la venta de libros cristianos, creo firmemente que Dios puso en mi corazón iniciar un nuevo proyecto para enseñar a las personas métodos de estudio bíblico personal para motivar a las personas a utilizar las Biblias.

Sé que muchas personas tienen una Biblia en su casa pero no tienen ni la más mínima idea de cómo estudiarla y, a través de este proyecto, poder ser una guía metódica paso a paso para desempolvar la Biblia y escudriñarla. Debido a ésto, comencé a buscar dónde podría yo estudiar teología y aprender más a fondo sobre la Biblia y la historia del cristianismo, un lugar donde se me enseñe sana doctrina debido al alto grado de responsabilidad que tendré en este proyecto.

Navegando por internet encontré al Instituto de Líderes Cristianos, el cual me dió mucha confianza. Así fue como comencé con el registro e inicié este camino. Sé que ILC busca específicamente capacitar a personas con el llamado a ser pastores, diáconos, ancianos, que sean Bi-Vocacionales.

Quiero ser un pastor, quizá no con una iglesia los domingos en algún salón físico, pero sí quiero ser ese pastor «De lunes a sábado» para motivar a las personas a tener comunión e intimidad con Dios en su día a día, y que la Biblia vuelva a ser desempolvada y utilizada para lo que fue hecha. Hay muchas personas que no saben cómo leer y estudiar la Biblia personalmente y simplemente optan por dejarla en el olvido y solo llevarla de paseo los días domingo a la iglesia. Debemos enseñar a cómo escudriñar La Palabra.

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@institutodeliderescristianos

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