Conocer las Enseñanzas de Jesucristo

Me emocionó con solo imaginarme dentro del ministerio para ayudar a más gente a conocer las enseñanzas de nuestro señor Jesucristo. Deseo que Él entré a sus corazones como ha entrado en el mío después de estar en penumbra; al detalle y momento de no saber dónde estar, dónde guiarme, reprochar todo y culpar a todos los demás de lo que me sucedía. Siempre decía que Dios no me quería y ahora entiendo que cuando uno no cree en Dios, en Cristo y en Su Santo Espíritu, es porque sentimos que no nos quiere y que Él nos ha abandonado cuando es totalmente lo contrario.

«Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la ley y los profetas» (Mateo 6:12 NVI).

Al ver a mi familia como se conforma y saberlos llenos de gozo, de alegría, es una motivación para leer juntos la Palabra de Dios y empezar ese caminar al lado de nuestro Señor. Enseñarles a aplicar las enseñanzas de Cristo, siendo amable con las personas y ayudando al prójimo. De esa manera disfruto mi trabajo siendo docente; ayudando a mis estudiantes y compañeros de trabajo, no siendo egoísta con lo que sé y procurando ser mas empático. Y así mostrarles que existen muchas personas que queremos ayudar sin esperar nada a cambio más que el bienestar de los demás.

El Instituto de Líderes Cristianos lo encontré navegando por la red buscando de que manera podía prepararme para mostrar las grandezas de nuestro Señor Jesús. Enseñar cómo vivir de una forma muy simple pero feliz, y ahora que voy conociendo más sobre ILC, es increíble el poder que tiene esta plataforma; todas las enseñanzas y conocimiento, como también la capacidad de abrir corazones y responder al llamado de Dios.

Gracias al Instituto de Líderes Cristianos por ser diferente a otros institutos, al predicar con el ejemplo y humildad, pues eso es grandeza como bien lo ejemplificaba nuestro señor Jesús en su andar. Los desafíos que ahora tengo es continuar con mi preparación espiritual, seguir creciendo como maestro y mejorar mis enseñanzas. Espero poder convertirme en alguien que enseñe la Palabra de Dios y ser un ejemplo a seguir. Así mismo, procurar por el cuidado de mi familia y su crecimiento espiritual, de tal forma que Cristo siempre esté en sus corazones.