Educación Integral para el Liderazgo Cristiano

¡Educación Integral para el Liderazgo Cristiano! Conocí del Señor hace casi doce años. Ha sido una experiencia llena de bendiciones y de situaciones que han permitido que pueda desarrollar mi carácter. Recuerdo estar sentada en la puerta de mi baño; era una joven con 22 años y un bebé de pocos meses. Para ese momento mi esposo trabajaba a tres horas de nuestra casa y viajaba cada ocho días; esa noche él no estaba con nosotros.

Nos encontrábamos en una situación difícil económicamente, debido a que él era quien estaba trabajando. Yo atendía al bebé y estudiaba mi carrera de Derecho. Esa noche yo estaba muy triste. Lloraba porque no encontraba que hacer para solventar tantos gastos, producto de mi trabajo de grado. Mi esposo siempre preocupado ya no sabía qué hacer.

En medio de mi llanto recuerdo mirar el techo de mi casa y exclamarle a Dios: ¡ES QUE YO CREO QUE TU NO ME ESCUCHAS! Allí estuve hasta tarde y me fui a dormir. A la mañana siguiente me voy temprano a la universidad para ver que podía ir resolviendo. Venía de regreso, en el autobús al lado del chofer. Unos diez minutos después de estar en el transporte, debido a lo incomodo del puesto, tan pronto se baja un pasajero me ubico dos asientos detrás del chofer.

Estando allí siento la mirada inquietante de la persona que iba a mi lado. Después de unos minutos volteo a verlo, era un caballero del que al día de hoy no recuerdo su cara, pero me dijo: «DIOS TE MANDA A DECIR QUE EL TE ESCUCHA, Y SIEMPRE LO HA HECHO, SOLO ESPERA QUE LE ABRAS TU CORAZON PARA EL OBRAR».

Nosotros mismos oímos esa voz que vino del cielo cuando estábamos con él en el monte santo. (2 Pedro 1:18)

Y sin palabras me mantuve llorando. A partir de ese momento mi vida cambio. Entendí que tengo un Dios que me habla, me ama y me acompaña siempre. No estoy sola y nunca lo estaré. Entendí que de Él dependo en todo. Y nunca me separaré de su fiel amor. Ahora camino con mi Señor en gratitud por la vida que me ha dado y por haberme escogido para salvarme. Yo le amo y quiero estar cada vez más cerca.

Desde ese momento hemos hablado mi esposo y yo de sus maravillas. Mi esposo le conoció la misma mañana desde su lugar de trabajo. Aquel 3 de septiembre. Por eso sé que somos una pareja con un gran propósito de Dios. Quiero seguir trabajando en su obra y en Su gran avivamiento para bendición de todas las naciones. Por ello es muy importante para mí prepararme aún más y estudiar en el Instituto de Líderes Cristianos.

Descubrí al ILC por medio de las redes sociales, la cual brinda una educación integral para el liderazgo cristiano, de calidad y globalizada, adaptada a los tiempos actuales que vivimos. Doy gracias a Dios por la oportunidad de pertenecer a esta importante institución. Espero saber aprovechar al máximo los conocimientos adquiridos para beneficio del Reino de Dios aquí en la Tierra. ¡Bendiciones!