He Servido como Líder de Alabanza

¡He servido como Líder de Alabanza! Nos enfrentamos ante un mundo y un sistema que no desea conocer de Dios. Muchos creyentes e iglesias en su corazón se han vuelto insensibles a Él de tal modo que no pueden entender; no oyen por que han tapado sus oídos y viendo no pueden ver lo que Dios desea. Este tiempo es uno en el cual se hace visible lo que dice Mateo 13:15:

Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible; se les han embotado los oídos, y se les han cerrado los ojos. De lo contrario, verían con los ojos, oirían con los oídos, entenderían con el corazón y se convertirían, y yo los sanaría.

Pero la buena noticia es que sobre toda cosa, sobreabunda la gracia de Dios. Creo que más que nada este es un tiempo donde Dios quiere levantar hombres y mujeres que sean portadores de su gloria. Tiempo en el cual seremos instrumento para que Dios traiga un avivamiento que no solo despierte a la iglesia hoy sino que también afecte a todo lo que nos rodea.

El ser humano tiene sueños; probablemente alcanzar algún objetivo profesional o el propósito que Dios a declarado sobre nuestras vidas. Y para que un sueño pueda realizarse se necesita tener metas en la vida, lo cual nos lleva a diseñar un plan para alcanzar esas metas tomando acción.

Muchas veces hay metas que el ser humano simplemente no logra alcanzar por que nunca diseñó un plan y tomó una acción para tratar de realizarlo. Muchas veces Dios nos muestra su propósito para nosotros pero nos quedamos con la idea que cuando Dios quiera estoy listo, o cuando sea el tiempo de Dios. Y no tomamos una iniciativa para demostrarle a Dios que estamos dispuestos a tomar acción; para ver cumplir su propósito en nuestras vidas.

Lo que tristemente hacemos es postergar lo que Dios a declarado. Creo que a través del tiempo de haberlo postergado, ahora estoy decidido a tomar acción de prepararme y mostrarle a Dios que estoy dispuesto a decirle a Dios heme aquí; «Me voy a preparar para ser enviado a cumplir tu voluntad».

Crecí en Puerto Rico en una familia cristiana. Desde muy pequeño tuve grandes modelos de lo que es amar a Dios y serle fiel a través de mis padres; ellos son pastores. A los 12 años realicé mi primer viaje misionero a Panamá y recuerdo que era el más pequeño del grupo, pero con un fuerte anhelo de compartir el evangelio. Luego Dios me permitió viajar a Nicaragua y a México.

Desde muy pequeño, todos estos viajes marcaron mi corazón al ver la necesidad de la gente y la sed por Dios que hay en estos lugares. Me acuerdo que deseaba dedicarme al ministerio cuando terminara la High School. Pero muchos me decían que debia preparme profesionalmente para que pueda alcanzar a más personas.

Entré a la universidad para hacer mis estudios profesionales, la cual terminé y luego continué mis estudios en México. Al terminar mis estudios profesionales en este país, me mudé a Estados Unidos. Pero en toda estas transiciones de la vida siempre he sabido que tengo un llamado de Dios y que voy a terminar cumpliéndolo, por que es lo que me apasiona.

Hace poco estando en mi casa, Dios trajo a mi mente lo que yo le decía en oración cuando era pequeño; que quería ser un precursor de un avivamiento y que oraba por un avivamiento. También me mostraba que con el tiempo había dejado de hacerlo y me había vuelto un cristiano más que hace las cosas por rutina, pero no con ir mas allá con lo que Él desea.

Y Dios ha estado poniendo esa sed de buscarle y prepararme para moverme al próximo paso de alcanzar el propósito que ha diseñado para mí. En mi transcurso como cristiano y creyente he servido como líder de alabanza, líder de misiones, pastor de jóvenes, maestro y otros. Pero no quiero darle tanto énfasis a lo que he realizado, pues lo importante es que toda la gloria, y todo el honor es para Dios.

Deseo prepararme lo que más pueda para ser un portador de su gloria en este mundo. Muchas gracias al Instituto de Lideres Cristianos y a cada donador por darme la oportunidad de prepararme ministerialmente. Dios les bendiga a todos.