Líder de Jóvenes y Predicadora

¡Líder de Jóvenes y Predicadora! Mi nombre es Claudia Patricia Zarza, nací en el departamento de Córdoba, Colombia. Tengo 45 años de edad. A mis 18 años me fui a vivir sola a la ciudad de Medellín, Colombia. Allí comencé mis estudios profesionales con el patrocinio de una entidad financiera. Los 2 primeros años de mi vida en esta ciudad fueron difíciles, sin embargo siempre encontré a buenas personas que me tendieron la mano.

A mis 22 años conocí al Señor, fue amor a primera vista. Desde ese momento comencé a servir en diferentes ministerios; soy lo que llaman una líder innata, especialmente con jóvenes. Trabajé por 15 años en el banco y durante esos años mis compañeros de trabajo me reconocían como una cristiana de testimonio y me buscaban para pedirme oración o para que les diera un consejo sobre algún asunto personal o familiar.

En las iglesias en las cuales me congregué (3 iglesias durante 20 años), serví como líder de jóvenes y predicadora. Además de apoyar a los pastores en la junta, lo hacía en la intercesión y oración. No siempre fue fácil, tuve épocas de muchas pruebas personales y ministeriales, pero siempre pude ver la presencia del Señor en cada una de ellas.

Porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. (Santiago 1:3)

También hubo épocas de prosperidad económica y otras no tanto. Hace 10 años decidí dejar el banco para trabajar como independiente. Consulté al Señor durante aproximadamente 7 años antes de hacerlo. Recibí confirmación de parte de Él de diferentes maneras y de diferentes personas, sin embargo no me ha ido bien, perdí todo por lo que había trabajado durante 15 años; casa, ahorros y carro.

Cuando digo que lo perdí todo es «todo», hasta mi reputación. Las personas comenzaron a verme de forma diferente, ya no como la persona bendecida y próspera, sino como una pobre persona que había fracasado y que Dios la había abandonado. Mi situación económica desde entonces ha sido muy difícil, sin embargo «Tu amor, Señor, llega hasta los cielos; tu fidelidad alcanza las nubes” (Salmos 36:5).

Hace 4 años me casé con un hombre inmigrante de Venezuela, él también era líder y pastor en su país. También está comenzando de ceros en Colombia, hemos ido avanzando poco a poco con la ayuda del Señor. Nos mudamos de la ciudad de Medellín a Montelibano para desarrollar nuestro ministerio como familia. Abrimos una iglesia pero por pandemia y por los requisitos gubernamentales cerramos.

Este año 2022, estamos comenzando de nuevo, este es un año de nuevos comienzos en el Señor Jesucristo y nos sentimos muy esperanzados y confiados en el Señor. Dentro de las diferentes necesidades que hemos identificado, está el restaurar a las familias, volviendo a los fundamentos Bíblicos para la crianza de los hijos. Creo que el Instituto de Líderes Cristianos puede ayudarnos en esta labor con formación ministerial para llegar a esas familias y además de llegar a ellas, orientarlas y acompañarlas en el proceso.