Soy Amada por el Señor

Mi nombres es Lina María López y soy una consentida del Señor. Siento que me ama tanto que estoy segura que ha estado en cada momento de mi vida, aunque apenas vine a ser consciente de ello hace poco. Soy de una familia católica; yo era consagrada al catolicismo como catequista y servidora en la parroquia.

Al conocer a mi esposo Diego, él de familia cristiana, me invita asistir a la iglesia Centro de Fe y Esperanza en Medellín, donde vivimos. Yo en mi religiosidad, sentí que esa iglesia, ese lugar, era muy diferente al que yo estaba acostumbrada. Sentí un verdadero amor en las personas; en la manera de cantarle a Dios, de recibirlo a uno en la puerta, de enseñar y transmitir el evangelio.

Tiempo después quedé embarazada de mi novio Diego, nos fuimos a vivir juntos, haciendo todo mal ante los ojos de Dios y los demás. Nace nuestro primer hijo Mateo y nos radicamos en Apartadó donde vivimos actualmente. Empezamos a congregarnos más frecuentemente en la iglesia donde mi suegra me invitaba.

Allí decido servirle al Señor, pero me dicen que me debo casar y bautizar. Yo no sabía bien que era ésto, pues a mi ya me habían bautizado, pero nos dejamos orientar de los líderes. Nos casamos en el 2004 y nos bautizamos a los 3 meses. Yo inicio a servirle al Señor como maestra de escuela dominical.

En ese año, la iglesia a la que mi esposo me invitaba cuando eramos novios, viene abrir una obra al municipio donde actualmente vivimos. El pastor de esa iglesia es invitado a la iglesia a darnos una capacitación a las maestras. Cuando menciona que fue enviado aquí para abrir la obra de la Iglesia Centro de Fe y Esperanza de la Misión Panamericana de Colombia, inmediatamente nos ponemos en contacto con él. Le contamos que antes de vivir aquí asistíamos a CFE en Medellín, y comenzamos a congregarnos por los laditos, ya que yo tenía un compromiso con esta iglesia como maestra.

Finalmente hablamos con los pastores y nos fuimos a apoyar la obra que estaba iniciando Centro de Fe y Esperanza de Apartadó. Esto ya hace 17 años. Desde niña he tenido el llamado a trabajar con niños, adolescentes y jóvenes, y asi iniciamos apoyando a los pastores fundadores de la iglesia. Yo como maestra y poco a poco mi esposo se fue involucrando apoyando al pastor con los jóvenes.

«Sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús» (Filipenses 3:14 NVI).

Todo lo escrito aquí se que hace parte de un propósito del Señor. Todo es para Su Gloria y Honra, y todo lo que vivimos forma en nosotros un aprendizaje para la vida. Para resumir el testimonio; ya hace 6 años somos los pastores principales de la iglesia. Este llamado fue muy curioso, ya que antes yo había entregado el ministerio de maestra de escuela dominical, pues había iniciado a estudiar psicología en la universidad, pero el Señor en su infinito amor no me quería soltar y a los 3 meses, nos nombraron pastores encargados de la iglesia. Definitivamente soy una consentida del Señor

Como estaba estudiando psicología, además del trabajo, más la iglesia y ministerio, no había comenzado de manera oficial con los estudios de teología. Entonces me propuse para este año iniciar. Estuve buscando en la web un instituto que fuera gratis y flexible y me encontré con el Instituto para Líderes Cristianos y aquí voy. Le doy gracias a Dios por ILC, y voy avanzando para poder iniciar con los estudios y continuarr cumpliendo el propósito del Señor.

Sé que no será fácil, pero con la ayuda del Señor, el apoyo de mi familia y la disciplina y perseverancia que le pongamos a las cosas, lograremos avanzar y traer el Reino de los Cielos a tantas vidas que lo necesitan. El ministerio necesita líderes capacitados, llenos del Espíritu Santo para tocar vidas y corazones.